Dominguero

Isabel Villagómez

Independiz­a a las mujeres a través de la costura

- Por Ivonne Lago M.

Nadie es profeta en su tierra. Ese dicho resume la vida de Isabel Villagómez, una ecuatorian­a, residente en Cali, quien desde esa ciudad ha logrado empoderar, en solo tres años, a miles de mujeres alrededor del mundo de una manera muy sencilla: a través de la costura.

Nacida hace 38 años en Santo Domingo de los Tsáchilas, Isabel se interesó en crear prendas a la edad de 9, guiada por tres tías, que al quedar huérfanas recibieron enseñanzas de corte y confección de la mujer que las acogió, una diseñadora que aprendió en España un método muy fácil de coser. Sus clientas eran reinas de belleza e invitadas a eventos fastuosos.

Isabel creció rodeada de agujas, hilos, patrones, moldes, telas de todo tipo y del incesante sonido de la máquina de coser, cuyo manejo aprendió con mucha destreza. Por eso a los 14 años y sin egoísmos, porque su filosofía de vida siempre ha sido ayudar al prójimo, empezó a capacitar a las personas que llegaban al taller ansiosas por aprender.

“Lo hacíamos gratis con el fin de que chicos y chicas que no habían tenido la oportunida­d de estudiar encontrara­n a través de la costura su medio para tener ingresos, emprender. Me encantó eso de poder enseñar, sobre todo, con una metodologí­a muy sencilla”, relata Villagómez, cuyo plan no era irse del país, tampoco enseñar costura on line, a través de la plataforma de estudio Hotmart que se abrió en época de pandemia.

Su deseo inmediato era abrir junto a su padre, un reconocido joyero local, un restaurant­e. Villagómez había estudiado gastronomí­a en el mejor instituto de Quito y trabajaba como jefa de cocina para una empresa que realizaba eventos, que le pagaba muy bien. Tenía todo listo para abrir el negocio familiar, pero el amor de su vida llegó desde Colombia para pedirle matrimonio. “Cuando aprendí cocina, también estaba con la joyería de mi papá y ayudaba a mis tías haciendo los diseños. Un día llega el hijo de un misionero a mi casa y en 8 días nos enamoramos.

Fue como una locura, porque llevamos la relación, en ese tiempo, por e-mail, porque no había WhatsApp. Así duramos dos años, hasta que él me sorprendió, hablé con mi papá y me fui a Cali”, detalla Isabel, quien desde hace 8 años vive en el sector Jamundí, ubicado dentro del área metropolit­ana de Cali.

El inicio de todo

Una vez asentada en la nueva ciudad se dio cuenta de que la costura en ese país era bien apreciada y bien pagada. Descubrió, además, que había mucha gente queriendo estudiar corte y confección, pero las clases llevaban hasta seis meses. Demasiado tiempo.

Le comentó a su esposo Tito Lucero la idea de montar una escuela física en su pequeño departamen­to y compartir tanto la docencia como la experienci­a que había ganado en el taller de sus tías, pero le dijo que era una locura. Basado en su formación empresaria­l y en ayudar en la transforma­ción de vidas con productos digitales, Tito le aconsejó empezar de manera virtual porque no la limitaba y pasaba fronteras. Lo cual resultó acertado. Sus estudiante­s están en Israel, África, Iraq, Venezuela, Chile, México, Perú, Colombia, Ecuador, España, y en otros países.

Empezó a grabar videos de costura con enseñanzas básicas.

En tres meses colgó 40 de ellos en la plataforma Hotmart, que hace unos días la premió por ser la academia digital que más ventas ha logrado.

Ese ingreso que reporta la plataforma no los tiene Isabel, está repartido entre las ganancias de los 15 mil afiliados que se han beneficiad­o por la venta de los paquetes de sus videos cuyo

Gracias a sus cursos on line de corte y confección, esta ecuatorian­a que reside en Colombia ha logrado empoderar a miles de mujeres de habla hispana alrededor del mundo. Días atrás recibió un premio.

MIS CURSOS SON DE BAJO COSTO, CON EL FIN DE PODER LLEGAR A MUJERES SIN ESTUDIOS, VIUDAS, MADRES SOLTERAS, AQUELLAS QUE ESTÁN FUERA DE SU PAÍS Y PARA LAS QUE NO SABEN QUÉ HACER.

precio va desde los 45 dólares hasta los 200. Sus ingresos, en cambio, dependen de la cantidad de alumnos.

“Según la plataforma que manejo, el tutorial más caro debe estar por los mil dólares, pero nuestro motivo y fin es llegar a madres de familias que tienen esa necesidad de salir adelante y a ellas no se le puede hablar de un curso con un valor tan alto. Pero sí pueden llegar con uno de 45, 90 y haciendo un sacrificio, 200. No más de eso”, relata la empresaria cuyo mensaje es que en su academia no enseñan costura, sino a través de la costura.

Lo que trata con este método es integrar y capacitar a las mujeres para que puedan abrir una empresa, que emprendan y cambien esa mentalidad limitante, que sepan cómo enfrentars­e en el día a día sin importar la edad que tengan. Y de esa motivación se encarga su esposo.

Luego de tomar los cursos muchas empiezan a ofrecer sus servicios o abrir sus negocios. “Todos los días nos cuentan sus historias, si escribiéra­mos un libro de las cosas sorprenden­tes que conocemos no terminaría­mos nunca”, relata Isabel, quien ha logrado la independen­cia y seguridad de muchas mujeres gracias a los hilos y agujas.

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 ?? ?? Junto a su esposo e hijos con el premio que le otorgó la plataforma Hotmart por las ventas obtenidas.
Junto a su esposo e hijos con el premio que le otorgó la plataforma Hotmart por las ventas obtenidas.
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Fotos: Cortesía

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