Yaku viajero: viviendo el agua
Las ciudades tragan tanta agua limpia como agua sucia desechan. Desde hace siglos, el agua viene de sus alrededores. En su momento, los aguateros cargaban en sus espaldas toneles de agua desde las vertientes hacia los centros urbanos. Ahora tenemos complejos sistemas de captación, tratamiento, transporte y distribución que, según la ciudad en cuestión, acarrean el agua desde zonas cada vez más distantes. Desde siempre, además, el agua que no usamos regresa al ambiente. En unos casos, se vierte directo a los cauces naturales. En otros, recibe distintos tratamientos que procuran limpiar el sinfín de contaminantes que vertemos en ella al usarla. Más que un bien de uso, el agua parece un bien de abuso.
El 22 de marzo se conmemoró el Día Mundial del Agua, momento propicio para
reflexionar sobre nuestra relación con ella. En Yaku, el museo del agua en Quito, lo celebran todos los años. En este 2017, el Yaku procuró generar una ciudadanía por el agua que garantice una mejor gestión de este recurso desde casa. Su tema central fueron las aguas residuales. Lo sobresaliente de esta campaña es que el museo no se quedó esperando a los visitantes: salió de gira por los barrios y comunidades. Esta propuesta móvil e itinerante ofreció experiencias interactivas, lúdicas e informativas a los habitantes de Quito para que entendamos mejor varios aspectos relacionados con el agua: su lugar en la memoria de la ciudad, su proveniencia, los ecosistemas donde se produce, nuestros derechos y responsabilidades en torno a ella...