AVITURISMO DE PUERTAS ABIERTAS
Durante las últimas décadas, Ecuador se ha convertido en la meca del birdwatching en América Latina y un referente en el mundo del aviturismo por su fácil accesibilidad, impresionante diversidad y excelente infraestructura y servicios turísticos. Las aves constituyen un atractivo importante dentro de los circuitos turísticos, sean especializados en ornitología o no. ¿Quién puede no interesarse en el aleteo vigoroso de un colibrí o en el baile frenético de un gallo de la peña? Esos polícromos seres voladores se convierten en un elemento fundamental en el paisaje ecuatoriano por su diversidad y omnipresencia. Al proyectar internacionalmente al Ecuador como “país de las aves” –o como “país verde”, desde una visión más amplia– se incrementa el flujo de visitantes y, por tanto, la “huella ambiental” que este flujo provoca. Según un reciente estudio, la actividad turística podría generar alrededor del 10% de las emisiones totales de carbono, en gran parte por los vuelos y otras modalidades de transporte a motor. Entonces, promocionar el turismo a gran escala podría derivar en mayor contaminación, y la popularidad de las aves podría convertirse en su propia amenaza. Aunque sus impactos están muy por debajo de las actividades extractivas, es primordial que los actores de la industria turística sean conscientes y proactivos frente a esta realidad. Nuestras acciones son indispensables para el buen desarrollo de la actividad. Para ello, podemos:
Privilegiar la inclusión de pequeñas iniciativas de conservación que derivan en un mayor desarrollo local y favorecen una distribución más equitativa de los visitantes sobre el territorio; se reducen las presiones antropogénicas y aumentan los recursos económicos hacia los actores locales de la conservación.
Participar activamente en iniciativas de investigación, divulgación, publicación y conservación como uno de los componentes esenciales de un turismo responsable. También necesitamos involucrarnos en el aprendizaje y protección de los recursos que sustentan nuestra actividad.
Manejar con cautela las visitas a ciertos lugares frágiles como
leks o sitios de anidación, territorios de especies endémicas o raras. También el uso de técnicas para favorecer las observaciones, como el playback y las estaciones artificiales de alimentación. Los guías especializados son embajadores, orientadores e intérpretes para sus visitantes. Su conciencia ambiental, responsabilidad y formación son primordiales para transformar unas simples observaciones de campo en un entendimiento más completo de los mecanismos ecológicos y también de las fragilidades de los ecosistemas, la realidad de los territorios visitados y el impacto de sus visitas. El derrotero del aviturismo está en la des-individualización de la actividad, haciendo responsables y partícipes a todos los visitantes y actores, para que las futuras generaciones puedan gozar todavía más de la biodiversidad. La
Estrategia Nacional de Aviturismo es una excelente herramienta para fortalecer y orientar esta actividad.
Nature Experience es una operadora de turismo naturalista y científico comprometida con la conservación de los recursos naturales y la divulgación de los conocimientos en el neotrópico. Desde hace más de diez años apoya proyectos e iniciativas de conservación y de divulgación en Ecuador. Con el fondo ECOSYSTEMA, ayuda en el desarrollo de proyectos de investigación y de protección de especies y de ecosistemas frágiles.