Publicaciones
abeja parásita deposita sus huevos en el nido de la incauta dueña; en ese momento se come sus larvas y huevos o espera que sus propias larvas hagan luego ese trabajo. Así, la abeja parasitada cuidará el nido y alimentará no a sus hijas sino a las futuras ladronas.
Todos estos fascinantes detalles de las vidas de las abejas de las orquídeas provienen de lo poco que sabemos de ellas. Por ejemplo, en Ecuador, país megadiverso, sabemos casi nada. Solo un par de meses atrás y después de varios años de colectar especímenes en las selvas ecuatorianas, revisar todo lo publicado sobre las abejas del país y visitar las principales colecciones del mundo, hemos conseguido publicar la primera lista de abejas de las orquídeas del Ecuador. En esta publicación ha participado el experto mundial de estas abejas, el doctor David Roubik, del Instituto Smithsoniano. De las 115 especies reportadas para Ecuador, 55 lo son por primera vez. Es decir, con esta lista casi duplicamos el número de especies conocidas para el país, y se sientan las bases para futuros estudios de los diferentes aspectos de estos extraordinario bichos.
Como varios otros grupos de seres vivos, las abejas de las orquídeas están hoy amenazadas. Las complejas redes de relaciones que hemos descrito –que podrían permitirnos asegurar que detrás de una extraordinaria orquídea hay una extraordinaria abeja– las hacen muy vulnerables; si desaparece un eslabón, digamos, la orquídea que provee un componente de la fragancia, puede desaparecer toda la cadena de la que esa orquídea y esa abeja forman parte. De igual forma, las grandes distancias que los machos viajan en busca de fragancias significa que requieren grandes territorios, por lo que la reducción en curso de los bosques en los que viven no las dejarán indemnes