Trueque: alternativa en pandemia
La pandemia desarticuló cadenas de intercambio y maneras de ganarse la vida establecidos. De la noche a la mañana, lo que funcionaba dejó de hacerlo. El colectivo DINA documentó con sus cámaras las innovadoras formas en que, mediante el trueque, varias personas en Cuenca están reinventando sus modos de subsistencia y relaciones sociales.
su equipo de trabajo estable, prácticas ambientales apropiadas y mejores precios en el mercado orgánico internacional, permiten la producción orgánica de forma rentable. El
negocio internacional del palmito empezó a caer hace una década. Las empacadoras argumentan que no pueden perder, porque sin ellas no hay quien compre el palmito. Los productores aseveran que ellos tampoco pueden perder, porque sin ellos no hay quien provea palmito ni quien dé trabajo a los campesinos. Los campesinos, sin quienes no habría palmito para proveer, empacar o exportar, se sujetan a sus trabajos aun cuando en muchos casos se vulneren sus derechos laborales. Las fincas donde los trabajadores reciben pagos justos o se buscan soluciones innovadoras son las excepciones. En una de ellas, ubicada en Pachijal –cuyos propietarios pidieron reserva– más de la mitad de sus hectáreas iniciales de palmito se han remontado. En las trescientas hectáreas de bosques que lo rodean se está haciendo turismo de naturaleza y educación.
Por contraste, la modalidad de trabajo por tarea que se practica en la mayoría de fincas significa mejores ingresos para los trabajadores, por eso muchos la prefieren. No obstante, encarece la producción para los palmitocultores y perpetúa la informalidad e inestabilidad laborales. Más allá de las particularidades de la palmitocultura en la zona de Mashpi, Guayabillas y Pachijal, las historias humanas detrás de un agronegocio que no logró repuntar muestran que las prioridades económicas están por encima de los derechos laborales. Este no es un tema exclusivo del sector palmitocultor. Que exista una cantidad indeterminada de familias trashumantes en las zonas agroindustriales del país –incluso personas sin cédula de identidad– sugiere que necesitamos repensar, una vez más, las bases del modelo agroexportador sostenido en la precariedad laboral y la degradación del ambiente
Juan Freile es director de Ecuador Terra Incognita.
Biólogo de la PUCE, se ha especializado en el estudio, conservación y divulgación de las aves del Ecuador. Es autor de Birds of Ecuador, guía editada por Helm Guides. jfreileo@yahoo.com.