Obras que invitan a jugar y aprender
Los más pequeños utilizan sus habilidades motoras. Hay redes, casas, gradas y piscinas.
Entornos que ofrezcan a los infantes la posibilidad de jugar, explorar y aprender en el espacio físico es el reto de los arquitectos que diseñan parques infantiles, escuelas, guarderías y más, en varios países del mundo.
Buenos ejemplos están en Israel, Inglaterra, Japón, Bélgica, Paraguay, Taiwán...
En este último país, precisamente, HAO Design construyó La Piscina de Juego Lego. Se trata de un espacio donde coloridos y simples componentes se combinan para crear micrositios con un gran atractivo visual, que invitan a los más pequeños a desarrollar la imaginación.
Según la descripción enviadaaplataformaarquitectura,enesteproyectovolvieron a definir el concepto de vida en el hogar. “Hay una isla que parece traer recuerdos de la infancia a la vida”.
La Piscina de Juego representa a una ‘cueva secreta’ que se utiliza para almacenar piezas de lego y otros artículos más, y en donde puedencompartirpadresehijos.
Otro proyecto destacado está en Bélgica y se llama Play Landscape BE-MINE. La montaña de aventura es parte del proyecto recreativo y turístico BE-MINE, que tiene como objetivo dar un nuevo impulso al sitio monumental de la minería del carbón en Beringen, el complejo industrial-arqueológico más grande de Flandes.
El diseño consta de tres partes que crean una unidad con la montaña: un bosque de postes como un punto de referencia, una superficie prismática de juego y aventura en el flanco de la montaña y una plaza de carbón en la parte superior del ‘terril’.
“La columna vertebral del conjuntoesunaescalerarecta que proporciona acceso a todos los niveles. Por la noche,unalíneadeluzalolargo de las escaleras hace que la topografía sea visible”.
Los elementos de juego integrados, tanto en el bosque como en la superficie prismática, tienen un objetivo en común: desafían a los niños físicamente, a jugar juntos y a utilizar sus habilidades motoras.
The Brutalist Playground, en Inglaterra, en cambio, fue diseñado por el colectivo Assembleyporelartistasimon Terrill. Se trata de una instalación inmersiva que tuvo lugarenlagaleríadearquitectura de RIBA y que se inspiró en diversos monumentos de Londres -Churchill Gardens, Pimlico, Brunel Estate, Paddington y Brownfield Estate en Poplar- donde los juegos eran hechos de hormigón y ofrecían a los niños paisajes abstractos para ser ocupados y para divertirse.
En el proyecto Patio de Acceso a la Sección Juvenil de Educación Artística, en Jerusalén, Israel, los promotores construyeron una estructura mediana techada en un árbol de pino existente, como un homenaje a la memoria colectiva de la infancia.