La Selección mayor decepciona en la Copa América
Ecuador empezó mal la Copa América. Una decepcionante derrota de 4-0 ante Uruguayyunjuegopobre,sin identidad, se evidenciaron en elpartidojugadoayerenelestadio de Belo Horizonte.
Las teorías que daban a la ‘Celeste’ como firme candidata a sumar un nuevo título a su lista de 15 Copas América -que la acreditan como la más laureada- se demostraron veraces a la luz del estadio Mineirão, donde presumió ante un Ecuador sobrepasado y en desventaja tras la expulsión del defensa José Quintero.
Brillaron Luis Suárez, titularydeseosodedisfrutardespuésdehaberacabadolatemporada prematuramente con su club por una lesión en el meniscodelarodilladerecha; también Edinson Cavani con un remate de bella factura. Ambos forman la gran amenaza charrúa, complementada con un golazo de Nicolás Lodeiro, sombrero incluido.
No le sirvió de mucho a Ecuador haber recuperado in extremis a Jefferson Orejuela de su lesión, ya que prácticamente no se jugó por el centro. Las bandas fueron la brechaporlaqueelesquema4-23-1 del colombiano Hernán ‘Bolillo’gómezhizoaguas,en su primer torneo tras su retorno al banquillo ecuatoriano.
El encuentro presuponía un duelo entre la dinamita celeste y el orden ecuatoriano, pero apenas seis minutos bastaron para que la primera se impusiera al segundo, los que necesitó Suárez para ganar un balón por la derecha, correr unos metros y poner un centro al borde del área.
El envío lo capturó ‘Nico’ Lodeiro, y no pudo gestionarlo mejor: sombrero al lateral José Quintero y disparo raso, inaccesible para el meta ecuatoriano Alexander Domínguez. El trabajado entramado defensivo del ‘Bolillo’ había saltado por los aires.
Larentapudoduplicarserápidamente, pero fue anulado
un gol a Nahitán Nández por fuera de juego previo de Cavani. En cualquier caso, Uruguay tenía el partido donde lo necesitaba y el fútbol desapareció del Mineirão, ya que comenzaron los balones aéreos y el juego trabado.
En una jugada Quintero saltó para despejar sobre Lodeiro, con los brazos extendidos. El árbitro brasileño Anderson Daronco le mostró amarilla, pero aconsejado por el videoarbitraje acudió a ver la repetición y cambió el color de la tarjeta y lo expulsó.
Pese a tener a un lateral como Antonio Valencia, ‘Bolillo’ optóporquitarasuenganche, Ángel Mena, para introducir un zaguero, Pedro Velasco, en busca de una mayor seguridad que nunca encontró, porque Uruguay siguió creciendo por las bandas y dinamitó el encuentro por medio del balón parado.
Desde el saque de esquina llegaron dos golpes más para la sentencia charrúa: un saque desde la derecha, primero cabeceado por Lodeiro, luego por Godín, acabó en un remate acrobático y maravilloso de Cavani,unamediachilenaala que los ecuatorianos asistieron casi como espectadores.
El gol, marcado cuando corría el minuto 33, rompió de nuevo a un Ecuador que habíaintentadorearmarseyque justoantesdeltantohabíainiciado una combinación prometedora por banda derecha, pero sin remate. No lo intentaría más en el primer tiempo.
La voracidad charrúa no tenía fin. Cuando ya se avecinaba el descanso, un nuevo saque de esquina, esta vez desde el perfil contrario al del gol anterior, acabó en el pie de Luis Suárez, que sorprendió llegando desde atrás para rematarconrabiayfestejardela misma forma lo que parecía a todas luces una sentencia.
El monólogo celeste tan solo se interrumpía con escapadas tricolores ineficaces, ante un equipo con una marcha más, y en otro balón aéreo llegó el 4-0 final, obra involuntaria de Arturo Mina.
El balance: un equipo ecuatoriano modesto, con un juego pobre. Y con el DT Gómez que pidió a los jugadores que evitaran la goleada.