Recorridos de turismo oscuro en el expenal GM
El lugar abrió sus puertas a los aventureros que buscan experiencias diferentes al turismo de ‘relax’ y diversión
Pabellones llenos de calabozos abandonados, guías penitenciarios, esposas que ataban sus manos y fuertes gritos fueron la opción elegida por 52 personas que buscaron practicar un turismo diferente.
Lo hicieron alumbrados por la luna llena y acompañados por una leve lluvia en las instalaciones del expenal García Moreno, en el centro de Quito.
La cita, para vivir la experiencia de estar preso, se inició a las 19:00, en la plaza de Santo Domingo. Aquí los actores de Quito Post Mortem se dividieron en dos grupos: guardias penitenciariosypersonasprivadas de su libertad (PPL).
En plena plaza y con caminantes que se detenían a observar el show, algunos convencidosdequeerareal,seformó una fila de hombres y otra de mujeres. Se movían en medio de gritos, como “muévete”, “no converses” o “ah, ¿te parece gracioso? ya vas a ver en la
cárcel”, para llenar un registro de ingreso con sus datos. Luegofueronesposadosysubidos a un bus de traslado.
En el trayecto, las caras de los turistas mostraban emoción y expectativa. Otras, un poco de angustia e incertidumbre.
En las puertas del expenal, los hombres fueron colocados contralasrejasyrequisadosde pies a cabeza. Las mujeres, de suparte,pasaronporelrespectivo ‘cacheo’ de ingreso.
Las celdas que acogieron a delincuentes, asesinos, violadores, narcotraficantes, políticos corruptos, entre otros, los esperaban con personajes dispuestos a recargar el terror de losturistasconhistorias,gritos y recreaciones del mal trato y la tortura que vivían los PPL.
Alrededor del panóptico, los turistas realizaron ejercicios en medio de la presión de los guardias. Mientras tanto, los ‘presos’ les daban la bienvenidaconfrasescomo“carne fresca”, “oye guía, envíamelo a mi celda” o ‘“ya vas a ver lo lindo que pasas aquí”.
Cabe recalcar que cinco actores que forman parte de la experiencia son exinternos que se acogieron al beneficio de la prelibertad.
En los pabellones A y C, los turistas fueron encerrados en las celdas, unas vacías, otras con escritos y dibujos en la pared y otras con los esqueletos de cemento que componían las camas literas, el baño y la cocina que funcionaba, todo junto, en un reducido espacio.
Las emociones se intensificaron al ingresar al Pabellón B, lugar en el que se ubicaba a los ‘delincuentes más peligrosos del pasado’. Los turistas comentaban que veían sombras y escuchaban sonidos dentro de las celdas vacías.
En el patio, mientras se recreaba la hora de la merienda, dos ‘presos’ iniciaron una pelea con cuchillos. Algunos turistas, llenos de adrenalina, formaron parte de la escena.
En los pasillos de la exprisión, los turistas escucharon testimonios sobre la vida de los familiares de los PPL que eransujetosaextorsionessino cumplíanconentregardinero, celulares e incluso drogas.
También se recreó a un travesti, quien demostró, mediante su actuación, cómo se manejaban los abusos sexualesylaprostituciónenellugar.
Con un enfoque histórico, los turistas conocieron la celda, ahora convertido en un pequeño museo en memoria del expresidente y líder político, Eloy Alfaro. Ahí hay un busto y, en las paredes, reconocimientos y placas que destacan su labor social y política.
Asimismo, se ingresó a la ‘celda de lujo’ de Óscar Caranqui, excapo de la droga que vivió con todas las comodidades, un televisor, un bar, microondas y otros artículos que ningún preso podía tener.
El recorrido concluyó con las palabras de Alexandra Ortega, de Quito Post Mortem, quien destacó que uno de los principales objetivos de esta experiencia de turismo oscuro es que “se valore la libertad e integridad personal ya que, en las cárceles, esto no es ni el 1 % de lo que les espera”.
Los recorridos por el expenal García Moreno continuarán todos los sábados de julio y agosto del 2019, en horarios de 19:00 y de 22:00.