El espacio se optimiza con los sofás ‘flexibles’
En la actualidad se priorizan los diseños que tienen curvas, semicírculos o que son modulares
Las curvas y formas sinuosas se toman los diseños de los sofás contemporáneos. Curvos, en semicírculo o medialuna, estos modelos regresanysonunadelastendencias en el área social de la vivienda.
Para la arquitecta de interiores Carolina Zambrano, estos diseñosseadaptanacualquier estilo dependiendo de su acabado y diseño. Son una pieza central en el salón ya que determinan el resto de distribución del mobiliario y decoración del ambiente.
Explica que los sofás curvos
o circulares datan del siglo XIX. Se pensaron para espacios grandes. Las salas de esa época eran amplias y constituían el centro de la vivienda, contrario a lo que sucede hoy. Sin embargo, estos sofás regresan para adaptarse a estilos clásicos o modernos con diversos materiales y colores, tanto para salas grandes o pequeñas.
La ventaja de los sofás semicirculares y curvos es que permiten cerrar visualmente el espacio de forma sencilla, según Zambrano.bastaconcolocaruno de estos modelos y añadir poltronas o butacas que hoy también incluyen formas curvas en los espaldares o en la base. Así se logra una sala funcional sin necesidaddemuchosasientos.además, aportan elegancia y pueden ser una pieza de color importante en el espacio.
Según la especialista, la forma adecuada de ubicar esta clase de sofás es lejos de las esquinas. Para que luzcan deben colocarse en el centro de la sala a centímetros de la pared. Si bien las tendencias marcan una pauta para el diseño y decoración es necesario analizar el tamaño del espacio.zambranosostieneque hay que priorizar la funcionalidad, entonces, si se tiene un área social pequeña o si la vivienda es arrendada, lo modular es la alternativa. Otra idea es optar solo por poltronas con diseño curvo.
En el mercado nacional hay diseños curvos y más flexibles que se adaptan a departamentos o áreas pequeñas. El arquitecto de interiores José Antonio Rivas indica que en la actualidad hay modelos de sofás que cumplen más de una función. Vienen en piezas que, al juntarse, pueden formar una cama, por ejemplo. Otros, en cambio, son diseños más flexibles. No tienen patas ni estructuras, se colocan en el suelo y son ideales para sitios de lectura. Gracias a un herraje, que es una especie de columna vertebral, se pueden doblar y pasar de asiento a cama en instantes.
Los especialistas concuerdan en que estos diseños son ideales para optimizar espacios. Al ser curvos son más cómodos a diferencia de sofás en L, ya que los ángulos resultan incómodos para sentarse.
Para elegir los colores y materiales hay que tomar en cuenta el estilo de la casa. La arquitecta Zambrano señala que si es una pieza muy grande se deben evitar tonos oscurosyaquealestar‘flotando’en el sitio destacará más que otro mueble y puede convertirse en un elemento pesado.
Las telas siempre deben ser suaves al tacto y las esponjas, de calidad para que no se deformen y resulten más cómodas. Menciona que los colores claros ahora son factibles gracias a las telas lavables con las que se diseñan algunos sofás. Aquello permite un mejor mantenimiento de la pieza.
En cuanto a accesorios como cojines hay libertad. La tendencia es mezclar formas ytexturas.puedenserdediferente tamaño, cuadrados, circulares, lisos y más.