las pirámides también estafan a través de la web
Estas plataformas digitales captan dinero ilegalmente. En el 2018 se presentaron 194 denuncias.
La promesa aparece en forma de un auto deportivo último modelo, una mansión con piscina, un viaje a las islas artificiales de Dubái y USD 10 000 mensuales. El video publicitario dura tres minutos y asegura que estas metas se pueden cumplir hasta “estando dormido”. Para lograr estos sueños se solicita “invertir” en plataformas digitales, pero esta aparente operación lucrativa termina en estafas.
En la web han proliferado páginas electrónicas que funcionan igual que una pirámide financiera física. El objetivo de ambas es captar, de forma ilegal, dinero de participantes, quienes a su vez deben conseguir clientes para que pongan recursos en el esquema a cambio de “ganancias” irreales.
Los videos no son el único gancho para atraer. Otras publicidades ofrecen enseñar marketing digital, programación de software o invertir en bolsas internacionales o en bitcoin, pero no se cumple.
Estas páginas hacen publicaciones pagadas en redes como Facebook e Instagram, donde utilizan frases como: “Gane USD 300 semanales o más” u “Obtén grandes ganancias con solo invertir lo que gasta en una entrada de cine”.
Para entender las estrategias que utilizan y cómo operan estas ‘ofertas’, este Diario se contactó con cuatro plataformas que pautan en redes sociales.
Con solo dar un clic en la publicación la persona es redireccionada a un número de Whatsapp que tiene un mensaje predeterminado que dice: “Hola estoy interesado, mi nombre es...”.
Si se envía ese mensaje añadiendo un nombre, se recibe de inmediato una respuesta que dice: “este es un negocio real, no es pirámide, multinivel ni ventas de productos en línea (...) Con mi ayuda, te llevarás de USD 300 a 1 000 semanales trabajando por redes sociales”.
Luego se reciben videos y otras publicidades que buscan convencer al interesado de depositar su dinero en estas plataformas digitales.
Las páginas con las que contactó este Diario piden USD 49,99 al mes “más impuestos”, aunque evadieron detallar los supuestos tributos por cobrar.
El valor incluye, según ellos, el costo de servicios tutoriales y herramientas en línea para “que los clientes generen contenidos multimedia para reclutar a más personas”.
Si una persona paga los USD
49,99 iniciales y recluta a una persona obtiene la devolución de ese monto, aunque no es completo porque hay que descontar “impuestos” que tampoco fueron especificados.
A partir del segundo invitado que se consigue se empieza a recibir las supuestas ganancias. Por ejemplo, si se recluta a 11 individuos en un mes como invitados directos, se ofrece pagar USD 549,89 mensuales en ganancias. Si los invitados traen, a su vez, a más personas se ofrece un bono extra de USD 164,97. Luego se recibe un enlace que redirecciona a una página para realizar el pago con tarjeta de crédito.
En ese sitio no hay dirección física ni teléfono de contacto de la supuesta empresa a cargo de la plataforma.
Este Diario intentó buscar esta información en la web, pero no existen las páginas o, en los casos en que se encontraron enlaces, estos señalaban que estaban en reparación.
Al preguntar a los reclutadores sobre información que respalde la existencia del negocio, ellos solo respondieron mensajes como: “Es totalmente seguro y si le echas ganas todo va a salir bien y ganarás mucho”.
Carla (nombre protegido) es una de las víctimas de este mecanismo de estafa.
Tras perder su empleo en mayo pasado, se dejó llevar por fotos publicadas en Facebook por una amiga sosteniendo un fajo de dinero. La joven preguntó a su conocida cómo había conseguido los recursos y ella le explicó que estaba en una “academia” que enseña a generar dinero desde el celular con una aplicación.
La herramienta permite, supuestamente, comprar y vender divisas a bancos extranjeros de Londres, Japón o Canadá. Ella nunca supo qué entidades financieras eran.
Para entrar debía pagar un valor mensual de USD 165 y para comprar las monedas debía pagar una valor adicional de entre USD 150 y 1 000. Ella eligió un paquete de USD 250, pero de ese monto solo le entregaban USD 30 “virtuales” para “jugar” en bolsa.
La joven entregó el dinero en efectivo a uno de los reclutadores porque la supuesta empresa no contaba con una cuenta bancaria ni razón social. “Estaba desesperada porque había perdido mi empleo, así que entré (en el esquema)”.
Los reclutadores le dijeron que debía usar la plataforma en las madrugadas “para tener más ganancias”, pero en cinco días solo ganó USD 8.
Cuando preguntó cómo podría hacer efectivo ese dinero le indicaron que el proceso era largo y que se podía acortar si traía a más personas que inviertan. Ella se negó a hacerlo y, al ver que no le iba bien, pidió al cabo de dos meses la devolución de todo su dinero, pero le dijeron que ya no lo tenían.
Jorge Cadena, experto en finanzas, señaló que entrar a una pirámide es peligroso porque los estafadores prometen pagar rápido y altas sumas de dinero a todas las personas, pero solo el primer grupo recibe los intereses, el resto pierde. No se trata de una inversión, sino que estas pirámides solo captan más y más personas para pagar los interés altos que prometen y, por eso, en algún punto esto se cae, explicó.
Estosesquemasestándentro de la captación ilegal de dinero tipificada en el artículo 323 del Código Orgánico Integral Penal. Este delito se sanciona en el país con una pena de prisión de cinco a siete años. En el 2018 la Fiscalía recibió 194 denuncias por este delito y en este año, hasta el 30 de junio, 94.
Andrés Mortola, experto en finanzas, sugiere tener cuidado con negocios que solo reclutan personas y no entregan un producto. Antes de invertir en estas plataformas, el experto sugiere averiguar si las firmas están autorizadas a funcionar (ver puntuales).
En contexto Las pirámides digitales comenzaron a publicitarse con mayor fuerza en redes sociales desde hace un año. La falta de educación financiera y de trabajo son algunas de las causas que explican por qué estos esquemas generan interés en las personas que captan.