El sistema de riego es clave para el mantenimiento
La mayoría es automático y se controla con una computadora de riego. También hay opciones manuales.
E l jardín supone un alto nivel de responsabilidad y compromiso para su conservación. No basta con un diseño perfecto y visualmente atractivo, es importante mantener la vegetación viva y sana. Para ello están los sistemas de riego y los procesos de mantenimiento.
Para establecer qué tipo de sistema es el adecuado, se inicia con el análisis de la presión de agua que hay en el sitio y el tamaño del jardín.
En Jardín Express indican que por ejemplo si es un entorno grande se utilizan aspersores de amplio espectro. Estos se basan en la aplicación del agua en forma de lluvia sobre la totalidad de la superficie.
El líquido vital es conducido a presión a través de una red de cañerías hasta llegar a los aspersores encargados de dispersarla. Se utiliza para superficies grandes.
Otro sistema es el de difusores que son similares a los primeros, pero de medida más reducida. Por lo general se utilizan en superficies más pequeñas. Actúan mojando un arco de riego que se regula desde la boca de salida del agua. También se utiliza en el riego de superficies pequeñas de césped.
Para un riego más localizado y específico está el sistema por goteo que aporta agua justo al pie de la planta. Son los más adecuados para regar parterres, así como árboles, arbustos y variedad de setos.
Actualmente, la mayoría de sistemas automáticos funcionan a través de una computadora de riego. Esta determina con qué frecuencia se regará el área, el horario y tiempo.
Isidro Calisto señala que dependiendo de los implementos que se utilice, el riego puede durar entre 5 y 10 minutos por zona. Indica que un jardín promedio de 500 a 800 metros se regará en 25- 30 minutos.
Por otro lado, está el riego manual que se realiza con mangueras. Para esto hay complementos que permiten mejorar el proceso.
Están, por ejemplo, los temporizadores que se adaptan a las mangueras. A través de este implemento se establece el tiempo de riego en un determinado espacio. Así la manguera se cierra al transcurrir el tiempo establecido.
Otra herramienta son los aspersores de ángulo regulable que permiten un riego preciso y con ello se evita que la dirección del agua afecte a paredes o áreas que no la requieren.
El mantenimiento es clave. Debe ser semanal o máximo quincenal. En este se revisan y curan plagas, se limpia toda la vegetación seca y se fertilizan los sustratos.