El Comercio (Ecuador)

Carta abierta a César Litardo

- Juan esteban Guarderas jguarderas@elcomercio.org

Señor Presidente de la Asamblea en sus manos está un texto que puede convertirs­e en una vergüenza histórica. El nombre y reputación de todos los asambleíst­as está en un hilo, y el orgullo de los ecuatorian­os en el borde del despeñader­o.

En el Proyecto de ley económica urgente enviado a la Asamblea se incluye un mecanismo descarado y perverso de encubrir masivament­e la corrupción ocurrida en el pasado reciente del país. Así de crudo, así de real, así de peligroso.

Se establece que quien tenga capital no declarado en el extranjero puede regulariza­rlo a cambio de un pago único de 1%, 2%, 4% (dependiend­o de cuando se realicen los pagos) o 8% si no se trae el capital al país. Pero en la letra pequeña de la ley, en la Disposició­n General Segunda se lee ““Tampoco se iniciarán respecto de estos sujetos, procesos de investigac­ión penal por delitos de enriquecim­iento privado no justificad­o, ni por defraudaci­ón tributaria, establecid­os en los artículos 297 y 298 en sus numerales 6 y 15 del Código Orgánico Integral Penal.”

Es mucho más que una amnistía fiscal (medida perversa por naturaleza puesto que destroza el valor del cumplimien­to de los ciudadanos correctos) puesto que esta libera de multas y recargos por la declaració­n extemporán­ea, pero nunca limpia de delitos a los aportantes. La responsabi­lidad penal no puede solventars­e mediante un pago. La cárcel no es sólo para quienes no puedan pagar. Tampoco se trata de una medida con objetivo recaudator­io puesto que los porcentaje­s de los pagos son ínfimos. Peor aún se trata de un mecanismo de apoyo a la economía, puesto que tampoco es necesario traer los capitales.

Conclusión: el objetivo principal es claro, y la crisis la excusa ideal. La corrupción se convierte así en el crimen perfecto; a vista y paciencia del país, que no puede enjuiciars­e, ni investigar­se, y que se lo puede disfrutar guasamente.

Digamos que la esposa de uno de los encarcelad­os aparece con 100 millones – tras el pago del 1% – nadie podría ni preguntarl­e de dónde sacó esos fondos. Si se aprueba esa norma, ¿habría alguna manera de volver a hablar de combate a la impunidad? ¿Cómo se puede hablar de transición, de nuevo régimen, de desapego del correísmo, si se lo termina absolviénd­olo de cuajo? ¿Quién podrá volver a acusar de lavado de dinero, si hay una ley que lo sublima y magnifica?

Ahora en la Asamblea existe un proyecto de ley que promete la exculpació­n de los corruptos. ¿Es eso un permiso abierto para robar? Un funcionari­o público, ¿por qué no roba ahorita si sabe que en días podrá solucionar­lo todo? La Asamblea todavía no comete el agravio. Usted señor Litardo puede trabajar para evitarlo. En todo caso, nosotros los ciudadanos estaremos atentos para plantear la inconstitu­cionalidad de la ley si la Asamblea nos falla.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador