Un robot se vuelve mascota de niños enfermos de cáncer
L os niños enfermos de cáncer que se tratan en la Fundación Pérez Scremini, de Montevideo, contarán con una nueva mascota, la foca ‘PARO’, un robot terapéutico que, según su creador, el japonés Takanori Shibata, los ayudará a paliar el dolor durante el tratamiento.
Shibata, profesor en el National Institute of Advanced Industrial Science and Technology (AISI), destacó ayer, con motivo de la entrega de la mascota donada al centro hospitalario, que la creación de ‘PARO’ surgió a partir de su interés por desarrollar un robot personal que ayudara a las personas en el día a día.
En ese sentido, al evaluar qué cosas precisan las personas fuera de las funciones que cumplen otros robots, como las de cocinar y limpiar, el profesor pensó en las mascotas. Ellas, dijo, brindan beneficios psicológicos, fisiológicos y sociales a los humanos.
“La interacción con los animales alegra y motiva a la gente; en lo fisiológico reduce el estrés y es buena para la rehabilitación; el beneficio social que tiene es que conecta a la gente y promueve la comunicación”, expresó.
Dado que los animales muchas veces no son admitidos en hospitales o geriátricos por alergias o miedo a los rasguños y las mordeduras, Shibata decidió hacer un robot para ocupar ese rol y ayudar a quienes atraviesan momentos difíciles.
El experto resaltó además que el robot peludo y de apariencia amigable, que ha sido usado en más de 30 países y tiene un costo de unos USD 6 000, tiene muchos tipos de sensores en su cuerpo y puede aprender un nuevo nombre, entre otras funciones inteligentes.