Roce por acción del Gobierno en ruralidad
Conaie cuestionó la llegada de brigadas del Gobierno. Ejecutivo seguirá con visitas.
El diálogo que puso fin a 11 días de paro no acercó al Gobierno y a la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie). Contrario a lo que se esperaba, las relaciones se han vuelto más tensas y una evidencia más se observó el domingo pasado en Cotopaxi.
Iván Granda, ministro de Inclusión Social, comentó que ese día, a la comunidad Tigua, en Cotopaxi, asistió una de las brigadas interministeriales para entregar ayuda técnica. El Ministro de Inclusión dijo que Jaime Vargas, presidente de la Conaie, intentó ejercer presión para que las brigadas abandonaran el sitio.
Esa fue la misma versión del Gobierno que lo calificó de amedrentamiento.
El presidente de la República, Lenín Moreno, señaló que “si el asunto ha sido grave se hará la denuncia respectiva. Creemos que el señor Vargas no ha entendido con claridad la tarea que estamos cumpliendo”.
Para Granda, a Vargas “le está quedando grande el papel de proteger a sus comunidades porque solo persigue proteger sus intereses políticos”.
La Conaie, por su parte, dijo que lo difundido por el Gobierno es “una versión tergiversada”. También en un comunicado, señaló que Vargas visitaba comunidades en el sector y coincidió en el lugar en donde comuneros y Policía coordinaban la presencia de las brigadas del Plan Toda una Vida.
El objetivo del principal de la Conaie fue buscar una explicación de lo que se iba a realizar.
Solicitó la coordinación necesaria para constatar que la brigada entregue ayuda técnica sin ejercer división y sin proselitismo político.
El hecho ocurre en medio de un intento de acercamiento entre ambas partes para concretar los acuerdos alcanzados el pasado 13 de octubre, tras la finalización del paro.
En la práctica, cada uno avanza con su agenda propia. El Gobierno se acerca a otras organizaciones y la Conaie presiona porque se atienda la propuesta construida por el Parlamento de los Pueblos.