El Comercio (Ecuador)

Del cerro vienen bajando

- Simón espinosa c. sespinosa@elcomercio.org

Comenzamos bien las fiestas de Quito entregando firmas a la Asamblea Nacional para que empiece el trabajo de borrar el Consejo de Participac­ión Ciudadana cuyo logro más feliz fue escoger, de entre una gavilla de asaltantes, las autoridade­s de control.

Comenzamos bien las fiestas de Quito entregando firmas a la Asamblea Nacional para que empuje el proceso de mejorar la estructura de su propia casa, hoy, un Arca de Noé de animales puros e impuros que debe ser convertida en un crucero de lujo con tres pisos de patriotism­o y otros tres de bien común.

Comenzamos bien las fiestas de Quito entregando firmas a la Asamblea Nacional para que se decida abrir el proceso de dar independen­cia a la Fiscalía General del Estado, hoy, una mujer con zapatos de tacos puntiagudo­s corriendo tras malosos de cuello blanco, tras asesinos de moto, pistola y garrote, y mañana por obra de la Asamblea, haciendo lo mismo con zapatillas para correr maratones.

Comenzaron bien las fiestas de Quito cuando los mercados de la Capital desfilaron vistosos, alegres, frutales por el Centro Histórico, siete mil personas de gracia y amor contra el vandalismo que se atrevió “Con las mañanitas, claras y amorosas de lindo es mi Quito, y las buenas mozas que hay en sus calles”

Comenzaron bien las fiestas de Quito cuando los niños del cerro Unguy, guardián de la furia del Guagua Pichincha, llegaron de Francia luego de cantar en La Conserveri­e de la ciudad St. Gilles Croix de Vie, tras cantar en la Sala festiva Nantes-nord de la ciudad de Nantes. Cuando los niños del Unguy llegaron de Francia donde cantaron en el Teatro Copeau de la Ópera de la ciudad de Saint-etienne. Comenzaron bien las fiestas de Quito cuando los niños del cerro Unguy, guardián de la furia del Guagua Pichincha, llegaron de Francia después de cantar en L’echappé de la cuidad de Sorbiers. Cuando los niños del cerro llegaron de Francia luego de cantar en la Sala Victor Hugo de la ciudad de Lyon. Cuando los niños del cerro llegaron de Francia donde cantaron en la Salle Gérard Philipe de la ciudad St-andré-les-vergers. Cuando los niños del Unguy llegaron de Francia, tras haber cantado en Espace Jean Dame de París. Y, por último, del cerro al Espace Jean Legendre de la ciudad de Compiègne.

Un coro de veintisiet­e en total: niños/ niñas/adolescent­es/nueve profesores/ una madre y padre de familia de la Unidad Educativa Inepe (instituto de investigac­ión, educación y promoción popular) de Chilibulo, Marco Pamba. Estrato pobre y clase media baja-media. Nivel educativo excelente y solidario. Directores: Patricio Raza y Liliana Álvaro. Voluntario­s y jubilados franceses de Partage cubren una parte del presupuest­o de Inepe financiaro­n la gira y recibieron en sus hogares a los miembros del coro. Les enfants d’équateur nous ouvrent leur choeur. – Joie, espoir et solidarité en musique” Mi Quito tiene un sol grande”” e Inepe, un Partage.

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