Empresas encaran la violencia de género con planes internos
Las agresiones ocasionan pérdidas por USD 1 800 millones, según un estudio desarrollado este año en Ecuador
Legaba cansada, a veces sin dormir y con los nervios destrozados. A veces no recordaba las tareas que tenía que hacer, otras las realizaba a menor velocidad; también, por la profunda pena, indicaba que estaba enferma y se ausentaba por varios días.
Esa era la rutina que llevaba María (nombre protegido) en su lugar de trabajo durante la época que fue víctima de violencia por parte de su pareja.
Según la Encuesta de relaciones familiares y violencia de género del 2019, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), 65 de cada 100 mujeres en Ecuador han experimentado por lo menos un hecho de violencia en toda su vida. El documento explica que entre las víctimas de violencia dentro del ámbito familiar y de pareja están mujeres que trabajan.
El estudio Los costos empresariales de la violencia de género contra la mujeres de Ecuador, elaborado por la Universidad San Martín de Porres de Perú, explica que en las empresas también coexisten agresores y colaboradores testigos. Este último informe detalla que 31 de cada 100 trabajadores, de 35 empresas que participaron en el análisis, estuvieron involucrados directamente en situaciones de violencia contra la mujer.
Ausentismo, tardanza, baja producción, etc., tal y como se describe en el caso de María, son los principales impactos para una firma. Esto se traduce, a su vez, en días y dinero perdido; 10,5 días hábiles al año por trabajadora agredida, 12,5 por agresor y USD 1 800 millones en pérdidas económicas en empresas ecuatorianas, añade el estudio.
Los impactos económicos para las empresas también se generan por los problemas que viven las los agresores: faltan al trabajo, se distraen mucho, tienen mal rendimiento, tienen celos, etc.
Ante esta realidad existen empresas que desarrollan programas para prevenir la violencia contra las mujeres.
Pharmabrand, firma del sector farmacéutico con 1 000 empleados, cuenta con talleres de sensibilización desde este año. A través de esta experiencia la firma ha logrado que ciertas personas se acerquen para consultar dónde pedir ayuda; en estos procesos participa el área de trabajo social.
En Holcim, con 960 empleados, se busca atacar, principalmente, la violencia normalizada. “Hemos empezado con entender qué significa violencia contra la mujer. También contamos talleres de grupos pequeños para que las mujeres puedan abrirse, contar sus experiencias y darse cuenta que no están solas”, indica María Dolores Franco, directora de recursos humanos de la empresa. El Semanario LÍDERES publica hoy un informe sobre este problema.