Decoración navideña en comercios, con ahorro energético
Centros comerciales y pequeños negocios se iluminan. El consumo de energía aumenta poco, según la Empresa Eléctrica de Quito.
El nacimiento era la práctica navideña tradicional en Quito. La electricidad se generalizó apenas en los años 20 del siglo pasado, por lo que hablar de decoración con luces estaba lejos del imaginario capitalino.
El historiador y excronista de la Ciudad, Alfonso Ortiz Crespo, da un viaje por aquellos días en los que el “jolgorio comercial” no era parte de la celebración. Esta era puertas adentro y, a veces, se incluía la invitación de algún allegado o vecino para la novena. Si el anfitrión tenía recursos o buena voluntad, se compartía una taza de chocolate o pristiños.
Ese panorama cambió y, alude Ortiz Crespo, se adoptaron tradiciones foráneas. No solo en la decoración, incluso en lugar de escribirle al Niño Jesús, las cartas van dirigidas a Papá Noel. Hoy, la ciudad se ilumina con estrellas, los árboles con luces multicolores, imágenes de animales y guirnaldas.
Los centros comerciales se esmeran por atraer a los clientes e incluso se vuelven un sitio para acudir en familia.
A diferencia de lo que se creería, con una ciudad resplandeciente, las cifras de la Empresa Eléctrica Quito dan cuenta de que el consumo no aumenta sustancialmente en diciembre respecto del resto del año. Al menos no en las residencias de la urbe.
De enero a noviembre del 2017 se registró un consumo mensual promedio de 134 834,07 MWH, mientras que para diciembre hubo un incremento a 139 411,33 MWH.
Esa tendencia es similar en el 2018 y en el primer período, el promedio mensual fue de 137 557,99 MWH y en diciembre, 140 164,74 MWH. De enero a septiembre del 2019, el promedio fue de 136 519,42 MWH.
En este mes, justamente, la entidad emprende una campaña con una diversidad de medidas para el ahorro de energía eléctrica (ver consejos).
En centros comerciales como El Jardín, El Recreo, Quicentro Shopping, Quicentro Sur, Portal Shopping, entre otros, ponen énfasis en la decoración y apuntan al ahorro de energía como una política de apoyo al ambiente.
En El Jardín, con 24 años de trayectoria, la decoración está compuesta en su totalidad por bombillos y luces LED. Según la Empresa Eléctrica, estas permiten un ahorro de energía de hasta el 50%.
En El Recreo, fundado en 1995, del mismo modo, optan por la luminaria de bajo consumo. Y aseguran que “es importante cuidar el presupuesto, pero sobre todo ser conscientes con el ambiente”.
Las fuentes de los otros tres establecimientos -uno de ellos recién abierto en Carapungocorroboran la importancia de ser amigables con el planeta. Al igual que los dos anteriores, incluyen tecnología de bajo consumo de energía.
El resultado: figuras de muñecos de nieve, como en El Jardín. En este, Karina Armijos y María Dolores León acuden a
Consejos
Ahorro. La Empresa Eléctrica Quito recomienda utilizar luces e instalaciones con tecnología LED. Esta permite un ahorro de energía de hasta el 50%.
Seguridad. Se recomienda esa tecnología por la baja cantidad de calor que emite; evita que ocurran accidentes.
Cuidado. Verifique las conexiones y cables que usará en el árbol de Navidad, pesebre y adornos. No deben tener ni cortes ni fisuras que pueden originar un cortocircuito. pasear. Como ambas han viajado a distintos puntos del planeta, se atreven a decir que la decoración en Quito “no le pide favor a la de otros países”.
Para Santiago Pilco, Jully Sáenz y Roberto Rodríguez, los adornos navideños del establecimiento del norte fueron el complemento para el paseo por la urbe. Ellos llegaron desde Santa Elena para asistir a un curso en Quito. Aprovecharon para pasear por centros comerciales y se encontraron con una carroza iluminada, como las de los cuentos de hadas.
En los Quicentros y en el Portal, aún cuando reconocen que es la época de mayor venta del año, dicen que esta Navidad la decoración y eventos resaltan el valor de la unión.
El Recreo, además, considera factores como la generación de empleo en artesanos locales, procurando el uso de materiales reciclables para elaborar la decoración. Hay tres árboles gigantes: dos hacia la av. Maldonado y uno en la denominada plaza de los Artistas.
En esta época, en el centro comercial del sur trabajan más de 3 000 personas, entre personal de tiendas más el de administración y servicios.
En el Quicentro Sur, el punto central de la decoración es el taller de Papá Noel. Son 300 metros cuadrados en la plaza central dedicados a Navidad. Los visitantes pueden encontrar una estación para elaborar caramelos. Estará activa desde el 7 de diciembre, con la participación de un melcochero de Baños. Y habrá la opción de pintar bombillos de madera.
En los cuatro centros comerciales coinciden en que la época navideña y de fin de año son la temporada alta del año y de ahí el esfuerzo en atraer a los visitantes y posibles compradores. El Recreo, por ejemplo, recibe alrededor de 100 000 personas diarias; El Jardín, unas 26 000 y en los Quicentros, el incremento frente a otros meses es aproximadamente del 40%.
Hay clientes de los establecimientos que a la decoración le sumarían presentaciones de coros y elementos alusivos a la celebración tradicional. Gabriela Gabela, moradora de El Calzado y visitante regular de El Recreo, es una de ellas. A este criterio se suma Anderson Rojas, estudiante. Para él, con la decoración debería llegar además la labor social.
Pero no solo los grandes centros comerciales se visten de fiesta. En los locales pequeños hacen lo propio. En el Centro Histórico, en El Tejar, Mariana de Jesús Vega se preparó con anticipación para abastecer su local con artículos navideños. Trabaja desde hace 45 años en el sector, primero en la Mejía, luego en uno de los centros comerciales del ahorro y ahora está en un local independiente.
En esta época invirtió unos USD 30 000. Pero las ventas han bajado. Hace unos años vendía hasta USD 2 000 al día, ahora hay veces en las que llega al mediodía con 80 o 100.
En medio del ambiente de luces, el historiador Ortiz Crespo recuerda que las nuevas prácticas llegaron a la capital con las estrategias de ventas, desplazando a las tradiciones con el ajetreo comercial.