prevención y diálogos
Señor Presidente: usted fue elegido para gobernar y para ello cuenta con el respaldo de la Constitución, las funciones e instituciones del Estado, las leyes y la tolerancia de los ecuatorianos que preferimos vivir en paz y democracia. No hay duda que su Gobierno ha cometido errores de bulto en materia económica, los que comenzaron cuando en los inicios mantuvo a personajes identificados de modo indisoluble con el anterior gobierno. Muchos permanecen incrustados en su administración y son los encargados de filtrar información a raudales y asesorarle, creo que con mala intención, en la presentación de sus proyectos de ley. Debe, con la energía que tiene para tomar decisiones, desembarazarse de todos.
Los acontecimientos de octubre no deberían repetirse. Se cometieron muchos delitos y se siguen cometiendo con amenazas y declaraciones malsonantes. Los excesos policiales y militares también deben investigarse y sancionarse pero, sobre todo, debe funcionar el aparato estatal para prevenir nuevos abusos y desmanes y evitar la violación de los derechos humanos de todos los involucrados en las confrontaciones (Civiles, militares, policías y ciudadanos en general). El sustantivo hermano se ha degradado porque se lo utiliza con ligereza. No se explica de otra manera el irrespeto observado y oído contra autoridades, discapacitados, indígenas. La hermandad entre cristianos sirve para unir y tiene un alto significado por el afecto y solidaridad que induce entre pueblos y personas.
Finalmente, señor Presidente, está muy bien tener una política de puertas abiertas para dialogar con todos los sectores, solo que no hay que tenerlas completamente abiertas porque la falta de sagacidad para identificar a los enemigos encubiertos provocará la salida del Gobierno cosa que no beneficia a nadie porque así no se solucionan los problemas económicos ni los sociales.
Gabriel Ordóñez Nieto