Biodiversidad y cultura, las nuevas rutas
En el noroccidente, en los valles y cerca del páramo se crearon circuitos para impulsar el cuidado de los destinos
Cascadas ocultas entre la vegetación, ríos cristalinos y rutas arqueológicas y biodiversas poco conocidas son atractivos a los que se busca posicionar como nuevos referentes turísticos de Pichincha.
Observar la riqueza que aún se conserva en el noroccidente, los valles y las zonas de clima cálido –como Guayllabamba– impulsan la creación de circuitos turísticos en los cantones. En esta especie de corredores se agrupan destinos, según su ecosistema, cultura y otras potencialidades.
Una de estas rutas está en el noroccidente y empieza en Pacto, unas de las parroquias más grandes del Distrito Metropolitano de Quito, y parte de la Reserva de Biósfera del Chocó Andino. Esta localidad está a un costado de la vía Calacalí-río Blanco y acoge espacios para el senderismo y varias actividades al aire libre.
Los recursos hídricos (27 cascadas), su clima cálido y cultivos de caña, plátano y cacao son la esencia de emprendimientos que se desarrollan en medio de bosques húmedos y fincas agroecológicas.
En esta ruta está la comunidad de San José de Mashpi, donde habitan 40 familias; la mitad se dedica al turismo. Luris Nupa guía a los visitantes por senderos recién acoplados, paseos a las orillas del río Mashpi -de agua cristalina-, o les ofrece gastronomía de la zona, como caldo de gallina, cebiche de palmito, caldo de guaña o jugo de borojó.
La travesía sigue por otros sitios similares como Pachijal, Shaguangal, Gualea y el centro poblado de Pacto.
Roberto Carpio, director de Turismo de la Prefectura de Pichincha, cuenta que la difusión de estos sitios no tan usuales para los viajeros busca fomentar su cuidado y así evitar la contaminación de los ríos y la extensión de más cultivos.
Objetivos similares se esperan de otros poblados con rasgos naturales y culturales igual de valiosos. La Ruta Escondida, por ejemplo, es un viaje que incluye una visita al Parque Jerusalén, Minas, Perucho y Puéllaro; donde se ubica una antigua iglesia, que data de 1820.
Otra ruta cultural en la mira incluye destinos del norte de la provincia, como el Complejo Arqueológico de Cochasquí, en Pedro Moncayo.
En el valle de Los Chillos, destinos como Rumipamba o Píntag conforman una travesía recomendada para quienes gustan de acampar y de los paseos a caballo.
Para Raúl García, presidente de la Cámara de Turismo de Pichincha, estos parajes se complementan con los atractivos de Quito, su Centro Histórico y sus alrededores.
Actualmente, este organismo elabora estrategias de promoción masiva para atraer viajeros a la capital, afectada por el paro nacional. Para ese fin -indica García- trabajan con Quito Turismo y otras cámaras provinciales.