Restos hallados se cotejarán con el ADN de la madre de romo
La Policía utilizó métodos de búsqueda de restos humanos. Además se enviaron tres canes para que puedan rastrearlos.
Alexandra Córdova, madre de David Romo, estuvo ayer en una quebrada de Pomasqui, en el norte de Quito. En el lugar observó como los policías removían la tierra para encontrar nuevos indicios sobre el aparecimiento de huesos humanos, que se reportó el viernes último.
Ese día, trabajadores que retiraban escombros y basura del barranco, cerca a la calle García Moreno, encontraron un cráneo, parte de las costillas y restos de una pierna.
Los moradores alertaron a la Policía Nacional y tomaron fotografías. Una de estas fue remitida al celular de Córdova.
Para la mamá de Romo, el lugar donde se encontraron las osamentas es importante.
Pomasqui está en el trayecto entre la Universidad Central y su casa, en la Mitad del Mundo.
David fue visto por última vez el 16 de mayo del 2013, cuando se dirigía a su hogar.
El chico iba a bordo de un autobús y su rastro se perdió a las 22:22. Tiempo después y como parte de las indagaciones judiciales, el controlador de la unidad de transporte público fue sentenciado por el robo del teléfono celular del desaparecido. El involucrado aseguró que nada tenía que ver con la desaparición de David.
Estaba previsto que ayer los restos hallados el domingo sean cotejados con el ADN de la mamá de Romo. Los análisis podrían durar de 30 a 45 días.
En las fotografías que enviaron los moradores constaba un reloj tipo pulsera. Córdova manifestó que en las imágenes posteriores ya no se vio este artículo. “Sería grave que desaparezcan las evidencias”.
Ella recuerda que su hijo portaba un reloj el día de la desaparición. “Por ese motivo sería importante cotejar la marca y tener más indicios de que se trata de David”.
Los policías especializados en búsqueda y rescate estuvieron en el sitio. Trabajaron palas e hicieron agujeros en el terreno. Además, se utilizaron perros entrenados para buscar el rastro de restos humanos.
Estos canes pueden identificar olores hasta tres metros bajo tierra. Si los cuerpos están en descomposición, los perros tienen un mayor rango para reconocerlos.
El Centro Regional de Adiestramiento Canino envió tres ejemplares para que puedan rastrear toda la zona.
En este momento, las autoridades continúan con las investigaciones de este caso.
El año pasado hubo seis detenidos por el supuesto asesinato de Romo en una clínica de rehabilitación de Pisulí, en el norte de Quito, pero fueron declarados inocentes.
Por su parte, los integrantes de la Asociación de Familiares y Amigos de Desaparecidos (Asfadec) espera que los resultados del cotejamiento se conozcan lo antes posible.
En caso de que sean negativos buscan que los exámenes se realicen con familiares de otros desaparecidos.
El objetivo de esta agrupación es que se sepa lo antes posible a quién pertenecen las osamentas que fueron encontradas en la quebrada.
La madre de Romo dice que seguirá con su tarea de acumular pistas para hallarlo.