¿EL ÚLTIMO GOL?
Con este antecedente se debe destacar que una de las medidas de ajuste en el presente año, ha sido la reducción de un elevado número de funcionarios públicos que hoy se encuentran en la desocupación. Ellos deben ser cancelados en sus indemnizaciones, para que con ese dinero pueden iniciar emprendimientos de diversa índole, que les permita seguir subsistiendo, sin caer en el empleo informal o en la búsqueda de un empleo en otros lugares o en otras instancias.
Lamentablemente, en muchas dependencias públicas de las que fueron despedidos, les manifiestan que no hay presupuesto para este pago, y que posiblemente les cancelarían en marzo del 2020. Algo inconcebible, porque cuando realizaron el ajuste, las autoridades correspondientes, debieron tener previsto las obligaciones que tenían que cumplir.
La mayoría de los casos son empleados que venían percibiendo sueldos inferiores. La presente misiva no es para defender a funcionarios del nivel jerárquico superior. Los servidores con desempeño poco eficaz, tienen merecido su separación del sector público. Y no necesitan tan urgentemente el pago de indemnizaciones. José Marcelo Monge Padilla
La Fabla Castellana es oro puro, es búcaro encendido de primores. De la sílaba al verso más logrado es numen de iniciados y poetas. El Señor de los doctos futbolero vela por todos sus guerreros: por los niños y jóvenes, también por los ancianos... Que el fútbol nos llene hasta el ocaso.
Todo esto viene a cuento porque a mis 65 años, que los cumpliré en enero 2020, estoy ya pensando en el retiro. Son más de 55 años de jugar pelota todos los fines de semana.
No quisiera parar nunca, pero las fuerzas ya no son las mismas. El cerebro ordena una jugada y las piernas flaquean como testigo falso.
El último gol o, al menos, el penúltimo, está a punto de colarse en los piolines. En el alero de la nostalgia y la saudade. Fausto Zambrano Z.