China radicaliza medidas contra el coronavirus
Los autobuses de larga distancia se suspendieron; una vacuna está en desarrollo
Con más de 2 800 contagiados y 80 fallecidos, cuatro ciudades chinas prohibieron los sistemas de transporte de larga distancia. Además, la provincia de Guandong dispuso que sus 110 millones de habitantes usaran mascarillas. Los investigadores dicen que el coronavirus no es tan potente como el SRAS, pero sí más contagioso. En Ecuador no se registra ningún afectado.
China endureció ayer las medidas y restricciones para detener la epidemia de neumonía viral que ha causado ya 80 muertos y unos 2 800 contagios, en tanto Estados Unidos y Francia se preparan a evacuar a sus ciudadanos de Wuhan, foco de la enfermedad.
Esta urbe, de 11 millones de habitantes, está de hecho aislada desde el jueves, junto con una gran parte de la provincia de Hubei (centro), de la que es capital. Esta inédita medida, que afecta a decenas de millones de personas, tiene como objetivo frenar la expansión de la epidemia, que el presidente chino Xi Jinping calificó de “grave” amenaza.
Altos funcionarios sanitarios chinos indicaron que este nuevo coronavirus “no es tan potente”, como el virus del SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo), origen de una mortal epidemia del 2002 al 2003, pero sí más contagioso. El SRAS provocó 774 muertos en todo el mundo, entre ellos 349 en China continental y 299 en Hong Kong.
Fuera del epicentro, cuatro ciudades, entre ellas Pekín y Shanghái, suspendieron la circulación de buses de larga distancia, una medida que afecta a los desplazamientos por las vacaciones del Año Nuevo chino.
Además, la provincia de Guangdong, la más poblada de China, impuso ayer a sus 110 millones de habitantes la obligación de portar mascarilla. Esta imposición -aplicada también en la provincia de Jiangxi y otras grandes ciudades- ya está vigente en Wuhan.
Casi todas las víctimas mortales fueron registradas en Wuhan o en la provincia de Hubei, pero ayer el virus se cobró su primera vida en Shanghái, gran metrópolis financiera del este del país.
En Hong Kong, un grupo de manifestantes lanzó bombas molotov contra un edificio de viviendas vacío, de reciente construcción, donde iban a ser destinados y colocados en cuarentena los pacientes diagnosticados con el coronavirus.
Ayer también se supo que el Centro de Prevención y Control de Enfermedades está desarrollando una vacuna contra el coronavirus “después de lograr aislar con éxito la primera cepa del virus”.
El heroísmo en Wuhan
Los habitantes de Wuhan tienen como consigna encerrarse en sus casas pero algunos, como Zhang Lin, no la cumplen y corren el riesgo de infectarse por ayudar a los demás. Junto a otros voluntarios, desafían la epidemia y han decidido trasladar en auto a enfermos hacia los hospitales.
“Somos de Wuhan. Incluso hay extranjeros que vienen, como ustedes, a ayudarnos, por lo que tenemos que cuidar de nosotros y ayudar”, dice.
Espera fuera de una clínica a un paciente que fue a consultar a los médicos, para llevarlo luego a su casa. “Alguien lo tiene que hacer”, destaca.
Zhang Lin, de 48 años, y otros se han registrado en la lista de voluntarios dispuestos a transportar gratuitamente a enfermos o que temen estarlo.
El alcalde de la ciudad, Zhou Xianwang, dijo ayer que espera que haya un millar de contagios más, lo que duplicaría el número de personas que han contraído el virus. Añadió que los hospitales han recibido a más de 2 200 pacientes que no se habían podido someter a la prueba del virus.
En una ciudad con transportación restringida, los voluntarios obtuvieron salvoconductos por razones humanitarias. “Como no hay transporte, nuestro papel es llevarlos y traerlos, gratuitamente”, explica Yin Yu, otro voluntario.
Para numerosos chinos, esta actitud casi heroica no sorprende en una ciudad como Wuhan, situada en el centro de China, a orillas del río Yangtzé.
En 1911 ya fue el epicentro de una rebelión armada contra la dinastía de los Qing, que puso fin al régimen imperial y le valió a la ciudad el título de “Valiente”. Es a esta reputación a la que se refirió ayer un anuncio difundido en la ciudad por altavoces: “Wuhan sabe enfrentar las adversidades y superarlas”, aseguraba una mujer.