Cabildos activan planes precisos ante incendios
Los municipios de las zonas vulnerables cuentan con una agenda de prevención
Como respuesta a los siniestros forestales, la mayoría de cantones con localidades vulnerables emprende planes específicos de cobertura. Aunque no existe una estrategia de país, estos episodios están contemplados en el Plan Nacional de Respuesta para Eventos Peligrosos, vigente desde el 2018 y a cargo del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias.
Cada cantón con sus bomberos previene y afronta los incendios forestales. Así lo hacen, por ejemplo, en Quito, Guayaquil, Cuenca, Ambato, Loja, Ibarra, Cotacachi, Riobamba, Antonio Ante o Pujilí.
En estas localidades hay bomberos expertos en estos siniestros, equipamiento y vehículos. Tienen tanqueros forestales, camionetas, motobombas, helicóptero y drones.
Los planes de prevención se aplican en las zonas más propensas a estos eventos y donde son más frecuentes los incendios forestales (ver gráfico).
Si bien no existe una estrategia nacional como tal, los incendios forestales son parte del Plan Nacional de Respuesta para Eventos Peligrosos, vigente desde el 2018 y a cargo del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias.
Este organismo asesora y acompaña a los gobiernos locales cuando los eventos son de gran magnitud e involucra a otras entidades, como la Policía o las Fuerzas Armadas, para sofocar las llamas.
Según Gestión de Riesgos, en el país hay 1 966 bomberos especializados en incendios forestales; además se tienen 6 496 bomberos remunerados y 3 650 voluntarios.
En Quito, el Cuerpo de Bomberos de la capital aplicó el componente de respuesta de su plan con 150 bomberos, de los 936 que hay en la urbe, en el incendio del cerro Casitagua.
El plan de acción en Guayaquil se actualiza cada año y abarca campañas de concienciación y planificación en los asentamientos humanos que rodean las zonas forestales.
La estrategia actual sugiere la adquisición de nuevos implementos. El capitán Gustavo González, de la compañía 54 de la División Técnica Forestal y Ambiental, explica que se incorporarán más camiones, dos estaciones meteorológicas y herramientas. “Tenemos la incorporación de un dron, la renovación de equipos de comunicación interna, entre otras cosas”.
Las estaciones, que se suman a otras cinco existentes, estarán en Bosque Prosperina y en el camión de comando.
En Guayaquil hay 100 bomberos especializados de 1 900 que trabajan en la ciudad. Hay dos destacamentos en Metrópolis, en la autopista Narcisa de Jesús, y en Ciudad Victoria, en el noroeste de Guayaquil. Cuenta con tanqueros forestales y una piscina portátil.
Cuenca es el cantón más preparado del sur del país para enfrentar incendios. Tiene un plan de contingencia, personal, equipos y herramientas.
Cuando las quemas son incontrolables solicitan apoyo a bomberos de cantones vecinos, a las FF.AA. o piden helicópteros, cuenta Colombia Ochoa, coordinadora de la Zonal 6 de Gestión de Riesgos.
En los cantones pequeños de Azuay, como San Fernando, no hay una Unidad de Gestión de Riesgos. Y en Quilanga (Loja) disponen de cinco bomberos y pocos implementos. Por ello, en septiembre, esa localidad perdió 7 000 hectáreas de bosque en un incendio forestal.
En el cantón Loja sí hay un plan de acción, equipos y 97 bomberos preparados para estos incendios, que se abastecen de tres fuentes de agua.
Para estar mejor preparados, hace un mes los bomberos de Cañar crearon la Fuerza de Tarea y la Movilización Forestal, para actualizar y capacitar a los bomberos forestales, dice Jairo Araujo, jefe del Cuerpo de Bomberos de Azogues.
En Tungurahua, los bomberos de Ambato y de Baños de Agua Santa también tienen lista su contingencia y realizan campañas preventivas.
“Las charlas no solo son sobre los incendios forestales, sino de emergencias en el hogar y en general. La capacitación nos permitió bajar en un 50% -de enero del 2019 a enero del 2020- los incendios forestales”, explica Freddy Ledesma, jefe de Prevención del Cuerpo de Bomberos de Ambato.
En Ambato hay cuatro cuarteles de bomberos en La Pradera, Parque Industrial, Samanga y en el centro. “En un incendio forestal pueden trabajar hasta 35 uniformados y hasta 120 personas con herramientas como palas, batefuegos, machetes, rastrillos, piscinas móviles. Además, poseen un dron de inspección”.
En Baños, 13 bomberos están listos para atender un incendio forestal, con equipamiento, sus respectivos planes de contingencia y los sitios vulnerables identificados.
En Imbabura hay 220 efectivos operativos. En Ibarra son 160. Todos han participado en el curso Contra Incendios Forestales (CIF). Entre ellos hay cinco instructores expertos y han formado a bomberos de otras localidades.
En el cuartel de Ibarra, los bomberos realizan entrenamientos periódicos para adiestrarse en el uso de machetes, rastrillos y batefuegos. Incluso han elaborado sus propias herramientas de forma artesanal. Cuando hay un incendio forestal acude uno o van varios pelotones, según la intensidad.