Trabajos en El Trébol, para el 15 de febrero
La obra debía estar lista en diciembre del 2019; los peatones se pierden al caminar
Desde Sangolquí, Daniel Ramírez llegó el sábado hasta El Trébol para dirigirse a su trabajo. El joven de 19 años esquivó los montículos de piedras y tierra que permanecen en algunos lugares.
Trabajadores de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) adecuaban la mañana de ese día los bordes de cemento de las jardineras que adornarán ese intercambiador de la ciudad que permite enlazar el sur, Centro, norte y valle de Los Chillos.
Los trabajos debían concluir hasta el final del 2019. La Epmmop indicó que la nueva fecha prevista para finalizar la obra es el 15 de febrero. “Ha tomado más tiempo del cronograma previsto porque la puesta en servicio fue incrementando obras de rehabilitación complementarias”.
El valor total de inversión para el distribuidor de tráfico capitalino es de aproximadamente USD 108 550. La decisión técnica fue de recuperar dos circunvalaciones que se encontraban inhabilitadas desde el colapso de la mesa vial, en marzo del 2008.
La Epmmop detalló que la obra incluye retiro y rehabilitación de paradas dañadas, colocación de cubiertas y asientos en paradas rehabilitadas, retiro de vallas, desalojo de escombros, apertura de bahías para taxis y paradas, construcción de escalinata y corredores peatonales, asfalto y señalización horizontal y vertical.
El objetivo, dijo la empresa municipal, es garantizar la movilidad y optimizar los tiempos de traslado de unos 7 700 vehículos que circulan en ese sector en las horas pico.
Los ciudadanos que llegan desde Los Chillos y sur de Quito cruzan por encima de la tierra que permanece sobre una de las ‘hojas’ de El Trébol, mientras duren los trabajos.
Para la circulación de los ciudadanos entre las paradas de buses ubicadas en varios puntos del intercambiador se colocaron gradas. Pero varios usuarios no saben cómo llegar a ellas. Hasta el momento, según la Epmmop, la obra lleva un 90% de avance.
“Es difícil ubicarse para saber por dónde se puede caminar para hacer trasbordos”, dijo Carmen Alcívar. Ella buscó un camino para cruzar desde la parada de los buses que llegan de Los Chillos e ir hacia La Marín, pero estaba de apuro, así que decidió pasar por encima de la tierra.
Cuando esté totalmente terminada la obra, señaló el taxista Germán Laso, será otra cosa. “Pero en este momento si hace falta señalética, especialmente para los peatones, porque no saben por dónde mismo caminar”, agregó.
En el sitio se realizaron cambios en la circulación, desde noviembre del 2019. El objetivo fue que los ramales su sentido original, bajo la lógica de un trébol vial.