Cenepa y Tiwintza
Celebramos 25 años de la guerra del Cenepa que dio fin a la disputa territorial con Perú. Aunque fue imposible con el triunfo ecuatoriano modificar la línea establecida en 1941 en el Protocolo de Río de Janeiro, aquel éxito militar es digno de recordar y celebrar porque fue obtenido a pesar de una notable diferencia de soldados, armas y recursos del ejército peruano.
Se cumplió la instrucción del Presidente Sixto Durán Ballén: “Ni un paso atrás”.
En la lucha terrestre se destaca el Gral. Paco Moncayo Gallegos; y en el combate aéreo, del Jefe de la FAE Tnte. Gral. Raúl Banderas que con su escuadra derribó tres aviones peruanos. No es posible mencionar tantos nombres de gente heroica protagonista de la gesta que hoy se recuerda con veneración. Sin embargo, no cabe prescindir del Ministro de Defensa Gral. José Gallardo; del Crnl. Luis Hernández, Jefe del Agrupamiento Táctico y de los ya mencionados Gral. Paco Moncayo y aviador Raúl Banderas.
Si no recordamos mal, los soldados Shuaras (Iwas-los “Diablos de la selva”) conocedores a detalle del terreno y sus peligros, ubicados en primera línea de fuego, hace pocos años realizaron un desfile recordatorio, destacando que el Gral. Paco Moncayo estuvo junto a ellos afrontando riesgo mortal.
La guerra del Cenepa (enero y febrero de 1995) se desarrolló en la Cordillera del Cóndor, sobre la cuenca del río, en territorio no delimitado, en selva alta y acceso complicado que impide trasportar maquinaria de guerra.
Como resultado, se produjo la demarcación de la frontera en las cumbres de la Cordillera del Cóndor, pero el Ecuador se reservó 2.000 hectáreas en la zona de Tiwintza, bajo compromiso de utilizarlo únicamente para actos conmemorativos. Este sagrado lugar guarda los restos de 14 soldados ecuatorianos que ofrendaron su vida en la batalla.
Siendo ya territorio del Ecuador, el Presidente Alberto Fujimori proclamó que Tiwintza quedó como territorio de Perú y hasta proyectaron imágenes nadando en el río cercano. Esta provocación determinó que un grupo de 60 periodistas ecuatorianos fuese al lugar para establecer la realidad. Desde Patuca, en helicóptero llegaron al sitio más accesible; el resto debieron caminar entre la selva espesa y el lodo en que se hundían los pies. Establecieron que no era verdad lo que la TV peruana difundía. Sobre este hecho hay un relato histórico muy valioso, publicado en el libro “Memorias”, del periodista Alfonso Espinosa de los Monteros, Tomo II, Capítulo 45, páginas 151 y siguientes.
Cuan útil es recordar y celebrar acontecimientos cívicos honrosos de nuestra Historia Patria, pues ya no otorgamos la importancia debida, por ejemplo, al 10 de Agosto de 1809; a la Batalla de Pichincha, el 24 de Mayo de 1822, y otros sucesos que deben estar vivientes en la conciencia nacional.