Ministerio descarta que paciente chino tenga coronavirus
La Ministra de Salud dijo que las pruebas realizadas al ciudadano chino dieron negativo
La ministra Catalina Andramuño informó que ayer llegaron de Atlanta los resultados de los exámenes del ciudadano chino aislado en un hospital de Quito. El diagnóstico presuntivo señala que padece de neumonía y hepatitis B. Su estado es aún crítico. “Hasta el momento está descartado que el coronavirus haya ingresado al Ecuador”, dijo. Ayer, China confirmó que la cifra de muertos subió a 490 y la de contagiados, a 24 290
Ecuador no se suma a la lista de 24 países, incluida China, con casos de 2019-ncov. Ayer, la ministra de Salud, Catalina Andramuño, anunció que por el momento “está descartado que el coronavirus haya ingresado al país”. Los exámenes realizados al paciente chino resultaron negativos.
El ciudadano, que llegó al país, desde China, haciendo escalas en Hong Kong y España, tiene hepatitis b. También neumonía viral comunitaria, precisó Gina Watson, representante de la Organización Mundial de Salud (OMS).
Ayer, finalmente llegaron los resultados desde el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, de Atlanta, en Estados Unidos. Así se confirmó que no se trata de esta infección que ya cobra la vida de 490 personas en China, una en Filipinas, otra en Hong Kong.
“Esto corrobora lo obtenido de las pruebas realizadas en el Inspi (Izquieta Pérez). El paciente sigue en iguales condiciones y estamos vigilantes de su evolución”, dijo la Ministra, que reiteró que el país siguió los protocolos establecidos por la OMS, es decir, que las muestras del primer caso sospechoso vayan a Atlanta.
Sin embargo, comentó que el 30 de enero recibieron los ‘primers’ o reactivos para realizar esos exámenes en el país. “Tenemos la capacidad instalada para revisar los siguientes casos y poder detectar el virus”.
La Ministra no supo responder qué protocolos seguirán si se logra repatriar a los nueve estudiantes ecuatorianos, que estudian en Wuhan y que llevan 13 días de aislamiento, en sus domicilios. Solamente contestó que eso dependía de la Cancillería. Pero se le consultó sobre medidas que se activarían si llegaran. En otros países se los ha ubicado en fuertes militares, para que pasen un período de cuarentena.
El sábado llegó a Quito, un joven estudiante, proveniente de Beijing. Y lo mantuvieron hasta el domingo en Hospital Policlínico de Riobamba. Se dijo que lo monitorearán a distancia, desde su hogar.
Así se hizo el seguimiento de los 42 pasajeros, que viajaron en el mismo avión con el ciudadano chino. Ayer, confirmó una de ellas, que ya le dieron de alta y que pudo dejar el aislamiento y empezar a trabajar, normalmente luego de 14 días.
Otra es la situación de los compatriotas en Wuhan. El domingo, los familiares de uno de los estudiantes que residen allá, Marcelo Toalombo, pidieron públicamente al Gobierno iniciar las gestiones para que vuelvan. Esto al exponer la difícil situación que atraviesan en la zona cero del brote.
Frente a esa solicitud, la Cancillería informó que se barajan nuevas formas de evacuación del grupo de estudiantes. Su titular, José Valencia, dijo la semana anterior que no repatriarían a los chicos, siguiendo protocolos de la OMS. Pero varios países del mundo ya fueron por sus connacionales, entre ellos Francia, Italia, Alemania y Estados Unidos. La entidad, señaló, ha explorado opciones de evacuación, entre ellas, por vía terrestre desde Wuhan hasta otro punto del país asiático. Desde allí serían transportados fuera de China.
Sin embargo, autoridades locales han informado que “ya no sería factible”. Otra alternativa era por vía aérea; le pidieron ayuda a un país de la región que planea evacuar a sus ciudadanos de esa forma.
“El día de ayer, debido a la capacidad del avión que estaría disponible hacia mediados de febrero y a otros aspectos logísticos, se nos dijo que lamentablemente no se transportarían pasajeros que no fueran nacionales del Estado que fletaría la aeronave”, se explicó en un comunicado.
Según datos preliminares, dos de cada 100 personas que han contraído la nueva cepa de coronavirus han fallecido en el mundo. Esta cifra es menor de la registrada en el brote del síndrome respiratorio agudo (SARS) entre el 2002- 2003, cuando 10 de cada 100 individuos con ese virus murieron.
En la lucha por evitar que la cifra suba, científicos trabajan para encontrar una vacuna o un antígeno que al introducirse en el organismo produzca una respuesta inmunitaria, es decir, una resistencia ante el “agente enemigo”.
Lo explicó el doctor William Cevallos. Es experto en medicina tropicalista (diagnóstico, análisis y tratamiento de enfermedades infectocontagiosas) y catedrático de la Universidad Central del Ecuador.
Cevallos anota que la cepa nueva tiene origen zoonótico, es decir, la transmisión comenzó de un animal a una persona. Con esa información se puede trabajar en desarrollar antígenos (sustancias que producen inmunidad). Además, el 80% de fallecidos, según la Comisión de Salud China, tenía 60 o más años. Y el 75%, enfermedades previas como diabetes.
El proceso incluye una separación de las células patógenas (que causan la enfermedad) que, en pocas dosis, cumplirán con este objetivo. “Se hace una secuencia del virus, se aíslan los patógenos y luego se desarrolla la vacuna, que tiene un antígeno atenuado o muerto”.
Este procedimiento -diceparece sencillo, pero no lo es. Antes de probarlo en humanos tiene que someterse a evaluaciones. Tras el análisis en el laboratorio se usa en animales; luego en personas sanas y, después, en hospitalizados.