‘Los zoológicos deben reinventarse’
El poder de la educación ambiental para cambiar el futuro es uno de los temas que plantea el colombiano Igino Mercuri en sus charlas. Este Director de Formación e Innovación Ciudadana del Zoológico de Cali estuvo la semana pasada en Quito, para hablar sobre esta problemática.
¿Cuáles son los retos de la educación ambiental en la actualidad?
El reto más grande que tiene la educación ambiental actualmente es reinventarse. Después de 30 años en los que América Latina le apostó a la educación ambiental como uno de los ejes de formación de sus sociedades, hoy tenemos sociedades que no han transformado su relación con la naturaleza o el consumo. Esto nos demuestra que esta educación basada en temas no nos está funcionando.
¿Qué implica esta reinvención educativa?
Se habla de la educación sobre la naturaleza o sobre los impactos ambientales. Es decir, sobre temas. El reto grande es cómo se reinventa para que no esté centrada en temas, sino en propósitos. Esto implica crear ciudadanos informados, que tomen decisiones y actúen en consecuencia. Hay que sacar a la educación ambiental del cajón de los fines y meterla en el cajón de las herramientas. Debe ser un instrumento para que la gente conozca su patrimonio natural.
¿Cuál es la relación entre esta educación ambiental y los zoológicos?
La relación cambió. Antes nos preguntábamos el papel de la educación en un jardín botánico, zoológico o museo. Ahora la pregunta debe ser cuál es el papel de estos centros en la educación o en la formación de los ciudadanos. Hay mucha gente en América Latina que ha empezado a preguntarse si la práctica pedagógica de sus centros está dando los frutos que esperaban.
Igino Mercuri ha trabajado desde hace 19 años en el Zoológico de Cali. Cuando llegó, su labor estaba enfocada en el área educativa. Este departamento se transformó con el tiempo en un centro de innovación ciudadana. Actualmente, Mercuri es el director del área. El centro es administrado por la Fundación Zoológica de Cali, la cual también maneja el jardín botánico.
¿Cuáles son estos cambios que se deben hacer?
Si hablamos de zoológicos, tenemos que hablar de una reinvención de los mismos. El reto está en cómo tomar estas instituciones que nacieron para demostrar poder sobre otras especies y transformarlas en lugares para aprender a respetar y convivir con el otro. La propuesta que venimos trabajando es que se conviertan en plataformas de formación ciudadana, donde la experiencia no esté centrada en un animal cautivo, sino en un encuentro ciudadano. Que sean lugares donde los ciudadanos puedan reconocer, valorar y comprometerse en la conservación de su patrimonio natural y cultural. Eso puede implicar que en el futuro los zooló
¿Los zoológicos deberían enfocarse en los animales víctimas del tráfico ilegal?
Lo mejor que nos podría pasar es que no haya tráfico de fauna. En el zoológico donde trabajo, ese es uno de nuestros indicadores que muestra que algo no está funcionando. Más allá de decir si el futuro está en rescatar y tener a esos animales, que es una labor que debemos hacer porque somos instituciones que sabemos cómo manejar la vida silvestre, nuestro propósito debe ser que desaparezca el tráfico de fauna en América Latina. La idea es que podamos decir que logramos impactar a la sociedad para que frenara ese abuso frente a la biodiversidad.
¿Estos centros tienen el poder de causar ese impacto en la sociedad?
El 10% de la población del mundo pasa por los zoológicos. Si no logramos transformar a esa sociedad que nos visita y a su relación con la naturaleza, pues poco serviremos a la sociedad actual. No podemos seguir siendo lugares que venden boletos para ver animales, debemos ser plataformas de transformación ciudadana y estamos buscando indicadores que nos den cuenta de esta transformación.