‘desconfianza en democracia está ligada a crisis económica’
ruth hidalgo Directora De la corporación participación ciudadana
El Barómetro de las Américas 2018-2019 refleja una menor satisfacción con la democracia en Ecuador. ¿A qué responde esto?
Vemos que en comparación con años pasados hay una caída porcentual de 13 puntos en el nivel de satisfacción con la democracia. Es decir, pasó del 52,1%, en el 2016, a 38,7% en el 2019. Esto está ligado directamente con el tema económico. Cuando más se encuentra un ciudadano con oportunidades de trabajo, cuando los Gobiernos encuentran espacios para satisfacer estas y otras necesidades, la gente siente que su estructura democrática está funcionando y se adhiere a las instituciones. Creemos que esta caída se debe a que en los últimos años el desempleo se convirtió en la mayor preocupación de los ecuatorianos. Entonces, si la ciudadanía ve que no hay las condiciones para poder desarrollarse y progresar, inmediatamente baja la satisfacción con el sistema democrático.
Los partidos políticos son las organizaciones en las que menos confía la gente. Pero hay 283 movimientos registrados en el CNE. ¿Cómo entender esta dinámica?
Es un error pensar que es mejor para la democracia tener más organizaciones políticas. Eso no refleja un sistema de partidos fuerte, sino todo lo contrario. Si ahondamos en este caso, podemos ver que muchos de los partidos y movimientos son de la misma tendencia y ofrecen lo mismo. Eso demuestra debilidad y el ciudadano se da cuenta de eso. Por eso existe un desapego de la ciudadanía hacia los partidos. De hecho, dos de cada tres ecuatorianos relaciona a
Según el Barómetro, la gente apoyaría un golpe de Estado en casos de corrupción o inseguridad. ¿A los autores del estudio les preocupa estos resultados?
No es la primera vez que tenemos estos datos. Yo comparto esa preocupación. Si tenemos ciudadanos con desapego al sistema democrático, que se sienten más seguros con un régimen militar y que relacionan a los partidos políticos con la corrupción, es la receta para generar una tormenta perfecta y dar luz a discursos con tintes autoritarios, en donde abiertamente se manifiesten violaciones a los derechos humanos como única manera para combatir la inseguridad o la corrupción. Eso en un año electoral es sumamente riesgoso.
Ecuador es el cuarto país de la región que más tolera los actos de corrupción. ¿Es una práctica normalizada?
Lastimosamente la corrupción se ha convertido en el karma de Ecuador. Y esto está ligado a la impunidad. Es una deuda pendiente y no solo demanda una reinstitucionalización de la función judicial, sino enfrentarla desde otros ámbitos, como la educación.