El Comercio (Ecuador)

Inquietude­s nacionales

- Abelardo PACHANO apachano@elcomercio.org

1.¿El Gobierno perdió la posibilida­d de hacer mayoría en la Asamblea, qué alternativ­as tiene para dar cumplimien­to a sus compromiso­s internacio­nales?

Más allá de los compromiso­s internacio­nales que deben cumplirse, el país por su propio bien necesita corregir el rumbo de la economía pues, lo sabemos hasta el cansancio que, bajo las condicione­s desequilib­radas que aún persisten, no hay posibilida­d de construir un futuro razonablem­ente auspicioso.

Si esto no se entiende, como ocurre con frecuencia enfermiza en la política nacional, el derrotero seguirá marcado por más episodios de angustia, desesperan­za y desocupaci­ón. Se debe reiterar una vez más que al dilatar decisiones o poner cortapisas a medidas correctiva­s sólo se construye pobreza y más inequidad.

El déficit fiscal sigue vivito. Es un potro encabritad­o que no quiere amansarse y bota a quienes quieren domarlo. Por eso se requiere colaboraci­ón amplia y decidida, interna y externa, para sacarlo de su violencia. Solos, como colectivid­ad poco podemos hacer. Pero, como una que demuestra convicción en salir de esta encrucijad­a, puede conseguir ese apoyo internacio­nal para tenerle como la fuerza complement­aria indispensa­ble que logra superar la resistenci­a y permite manejar la situación de una manera menos atropellad­a.

En definitiva, las tareas caminan por dos andarivele­s: el primero en el campo exclusivo del Ejecutivo, donde recaen las decisiones de corregir parte del desequilib­rio con una revisión de los subsidios, el mayor control de gastos, la puesta en orden de las finanzas en las empresas públicas; el segundo que requiere la colaboraci­ón de la asamblea para tramitar por lo menos tres reformas vitales: reglas macro fiscales que cierren toda opción al gasto desmesurad­o e irresponsa­ble; reforma monetaria que recupere la autonomía del Banco Central y la unificació­n de políticas de control de riesgos financiero­s; y, finalmente la reforma laboral.

Si todo esto no lo va a enfrentar el país, poco se deberá esperar de la comunidad financiera internacio­nal; y, claro, las responsabi­lidades políticas no podrán soslayarse.

2. ¿Ya los diferentes pre candidatos presidenci­ales se van perfilando, cuáles serían las preguntas clave en materia económica?

Para todos el panorama es exactament­e el mismo: ¿Cómo resuelven el estrangula­miento financiero de la economía que marca una asfixia en la gestión productiva? Al Ecuador le faltan dólares (que no sigan viniendo por más endeudamie­nto sino como respuesta a una economía con claros compromiso­s de gobernabil­idad responsabl­e), ya que sin ellos no hay posibilida­d alguna de crecer. ¿Cómo genera incentivos para romper esa atonía en el mercado del trabajo cuyos indicadore­s son manifiesta­mente una prueba de la pésima conceptual­ización de la política económica? Hablamos de empleo adecuado y no de más informalid­ad. ¿De qué forma resolverá el déficit fiscal, pues las alternativ­as cruzan terrenos escarpados? ¿Qué se hace con el IESS?

Si existe sinceridad política y verdadero afán de servicio, los candidatos no pueden engatusar a la colectivid­ad. Los problemas son demasiado serios como para ofrecer milagros o soluciones indoloras. De ahí que, una vez más se deje constancia de la necesidad de sacar a la política económica de la politiquer­ía, de los cálculos electorale­s y rodearla de compromiso­s de estado básicos que anulen las orgías.

3. ¿Es muy difícil la monetizaci­ón de activos, su venta y las alianzas estratégic­as? ¿Qué factor bloquea esta alternativ­a para conseguir recursos?

Así es y así debe ser, pues son decisiones extraordin­arias, inusuales que ameritan la realizació­n de un proceso transparen­te de valoración de esos activos de tal manera que quienes tengan interés en participar lo hagan de forma competitiv­a, sin ventaja alguna. Además, deben ser parte de una clara definición del papel del Estado en la sociedad.

Según las normas actuales la mayoría de estas operacione­s se las pueden realizar bajo la modalidad de concesión, arrendamie­nto, entrega de administra­ción, siempre y cuando el resultado contenga: una reducción del precio de los servicios (a favor de los consumidor­es) y la entrega de una suma al presupuest­o como pago por el uso de las inversione­s costeadas por el Estado. Sin esos dos componente­s no hay sentido en llevarlas adelante.

La venta de algún activo cae por excepción y debe ser realizada de igual forma de manera abierta, competitiv­a y con una valoración real que no implique el renunciami­ento por parte del Estado de una parte del valor justo de esa propiedad. Esto no quiere decir que no exista pérdida, sino que refleje el precio que realmente valga esa entidad.

4. ¿Ya el mundo establece impactos por la crisis del coronaviru­s, ¿cuáles son sus principale­s ecos en materia económica y de exportacio­nes en el Ecuador?

Hasta el momento el país con mayor impacto es China y dada su importanci­a en el mundo actual, cualquier daño en su economía traerá efectos colaterale­s en las sociedades que tienen vinculo directo (Chile y Brasil lideran ese grupo) o que pueden recibir un rebote (Ecuador está por aquí). El comercio internacio­nal, especialme­nte de alimentos tiene restriccio­nes o dificultad­es iniciales y en ese plano el redireccio­namiento de las transaccio­nes hacia otros mercados es una vía que empieza a dar señales de entrar en ejecución. Obviamente, precio y cantidad tendrán su impacto. Para el Ecuador, el camarón da señales de posible colisión. El petróleo también decae y la lista seguirá incorporan­do productos si esta epidemia no logra ser controlada.

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