Vidrio, más que un simple aporte estético arquitectónico
Desde que se integró al vidrio como un material para garantizar el ingreso de luz solar en las edificaciones se adoptó la idea de que el aporte estético era la única razón para determinar el tipo, color y reflectividad adecuada para los proyectos.
Sin embargo, en zonas climáticas que poseen estaciones térmicamente distintas nació la necesidad de potenciar las características del sistema que contempla el vano de luz y no solo el vidrio. Es así que, sin entrar en detalle técnico, el vidrio en fachada (perfil + vidrio) aporta en aristas ligadas al confort interior del usuario, que van desde el control solar, lumínico, térmico, sonoro y seguridad, mismos que están ligados al uso del espacio. La oferta local va desde un vidrio monolítico, laminado, cámara, serigrafiado, hasta con impresión digital; en las cuales la composición de color y capacidad térmica del elemento son cruciales a la hora de brindar mejores prestaciones de confort.
En Ecuador existen tecnologías en ensamblaje de vidrio que permiten obtener un rendimiento adecuado, sin interferir en la idea arquitectónica del proyecto.
No obstante, el uso de estos sistemas muchas veces está limitado por el conocimiento y la capacidad del proyectista a la hora de escoger el tipo de vidrio.
Por otro lado, el surgimiento de edificaciones bioclimáticas que requieren vidrios con altas prestaciones, cada vez es más frecuente; lo cual garantiza que a mediano plazo los estándares de los usuarios aumenten y por ende el uso de nuevas tecnologías en vidrio será un requerimiento mínimo de toda edificación.