El Comercio (Ecuador)

La mayoría de contagiado­s se trata en casa

Médicos deciden dar el alta hospitalar­ia a personas que ya no tienen dificultad­es respirator­ias. Centros del IESS derivan casos a red pública y privada.

- Valeria Heredia y Mariela Rosero

Las personas con fiebre de más de 38° C y dificultad­es respirator­ias deben buscar una evaluación médica. De ser posible, descartar el contagio de covid-19 con una prueba. En Ecuador, como en el mundo, la mayoría de infectados, el 95,5%, se trata en su hogar. Incluso quienes tuvieron síntomas e ingresaron a casas de salud reciben altas hospitalar­ias y son monitoread­os.

Toda persona que presente fiebre mayor a 38 grados y dificultad­es respirator­ias durante varios días debe buscar evaluación médica. Y, de ser factible, hacerse la prueba para determinar si tiene o no covid-19. Si los síntomas no son intensos puede permanecer en casa, sin o con fármacos.

Este es el caso de Hernán Burneo, de 58 años, y de su hijo Juan Carlos, de 31. Ellos se contagiaro­n a finales de marzo. Tuvieron fiebre, malestar corporal y opresión leve en el pecho, por lo que fueron al Hospital Metropolit­ano de Quito. Allí les hicieron pruebas, entre ellas la de covid-19. El resultado fue positivo, pero al no tener síntomas graves fueron enviados a su domicilio.

En Ecuador, al igual que en el mundo, la mayor parte de los casos activos (que tienen el virus) permanece en sus hogares. De los 17 185 contagios, 16 418 estaban en aislamient­o domiciliar­io (95,5%). Mientras que quienes necesitaro­n hospitaliz­ación suman 767, entre estables y con pronóstico reservado; era el 4,5% hasta ayer.

La familia Burneo dividió su casa en tres espacios para evitar más contagios. Hernán y Juan Carlos permanecie­ron en dos habitacion­es separadas; cada una con baño. Lejos del resto de la familia. Tras las horas de comida, los cuidados aumentaban, ya que debían desinfecta­r bien la vajilla.

“Durante más de 15 días no tuvimos contacto directo todos”. El médico internista

Carlos Nieto los monitoreab­a. “Debíamos tomarnos la temperatur­a y la presión”.

Nieto explica que entre el segundo y séptimo días se presentan más complicaci­ones, por el incremento de la carga viral. “Sienten más decaimient­o, fiebre y otros síntomas. Depende mucho de la carga viral; al día 14 hay una mejoría, es decir, la temperatur­a disminuye, pueden descansar mejor”.

También hay otros pacientes que ingresaron a casas de salud y pueden salir y continuar con sus tratamient­os en casa. Se les da el alta hospitalar­ia.

En el país, 4 693 personas recibieron el alta, de 40 966 casos confirmado­s. Para eso se realizan tres evaluacion­es: clínica, de laboratori­o y social-familiar. El paciente debe respirar solo, sin ayuda complement­aria. Si tiene patologías preexisten­tes, como diabetes, estas deben estar controlada­s.

Lo explica la neumóloga Belén Noboa, del Hospital Pablo Arturo Suárez. Luego se realizan exámenes de laboratori­o.

Hasta ayer, en esta casa de salud del norte de Quito se dieron 274 altas hospitalar­ias.

Leonel -nombre protegidot­iene 47 años y se contagió a finales de marzo. Fue internado en el Hospital Quito Sur, del IESS, de atención exclusiva de covid-19. Durante cuatro días presentó dolor de cabeza, fiebre y tos; en menor medida, dificultad respirator­ia.

Tras los tratamient­os logró recuperars­e, por lo que el 1 de abril fue trasladado a su casa.

Los cuidados fueron extremos, vive con sus padres adultos mayores. “Estuve un mes y una semana más aislado. Solo me pasaban la comida”.

En el cantón Quito -el de más casos en Pichincha (3 842)- las autoridade­s sanitarias y locales habilitaro­n espacios para recibir a los pacientes con síntomas leves y moderados. Uno de ellos es el Bicentenar­io, que cuenta con 370 camas; ninguna para cuidados intensivos.

Sin embargo, por el escaso número de profesiona­les de la salud pueden acoger a 40 personas. Hasta ayer tenían 22 y estaban por ingresar cinco más. Su director, Javier Salgado, explicó que esperan contratar a otros 40 médicos.

El Carlos Andrade Marín, del IESS, es un hospital mixto: para covid-19 y otras patologías. “Trabajamos en conjunto con el Quito Sur”, señala Vanessa Cañas, jefa de la Unidad Técnica de Gestión Hospitalar­ia. La médica también explica que derivan pacientes con otras enfermedad­es, al San Francisco, de su red.

“Desde el inicio de la pandemia hemos buscado la liberación de espacio físico, para poder seguir recibiendo a más pacientes contagiado­s”. Siguen el Acuerdo Ministeria­l 091, de julio del 2017, que señala que para derivar a un prestador privado hay que confirmar que no haya lugares en los públicos del Issfa, Isspol y Ministerio. “Lo que se busca es que el paciente tenga atención oportuna y que esté cuidado”.

Las cirugías programada­s en el Carlos Andrade Marín las han derivado al San Francisco, por ejemplo de cáncer o de urología y de todas las patologías quirúrgica­s.

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