‘Reconocer la necesidad según edad del chico’
Las relaciones familiares se han visto alteradas por la llegada de la pandemia y por la cuarentena. Uno de los ejes fundamentales es la relación de hermanos.
Es junto a ellos que todos aprendemos, de manera fluida, natural y simple, aspectos como la convivencia con un par, compartir afectos, momentos, responsabilidades cotidianas.
Los hermanos son nuestros primeros rivales, con ellos aprendemos a manejar esos sentimientos.
Pero es importante reconocer que cada hijo está en una etapa de desarrollo diferente: que un adolescente no tiene las mismas necesidades que un niño de 6 u 8 años.
La cuarentena los ha forzado a una convivencia las 24 horas del día, lo que implica descubrir a los hermanos en otras facetas, con choques y malestares, que son normales y esperados.
El lugar de los padres es esencial, no como un juez sino con presencia necesaria, oportuna y organizativa, que permita a los jóvenes y niños buscar soluciones por su propia cuenta.
Esto, sin dejar de intervenir en ciertos casos, ya que los niños y adolescentes necesitan reglas claras.