CHALECOS DE COLORES
Son el símbolo de la anarquía en la ciudad de Quito, toda vez que su presencia constituye la privatización del espacio público. Las calles de la ciudad están invadidas de individuos que utilizan un chaleco pretendiendo ejercer las funciones de autoridades de tránsito, se denominan vigilantes seguros, sin embargo su presencia genera inseguridad pues extorsionan a los conductores con cobros por uso del parqueadero, tarifas que son dispuestas por el arbitrario criterio de estas personas quienes están usufructuando del espacio público y cuando el pago no satisface sus expectativas se produce la agresión contra el conductor, que en el mejor de los casos es verbal, caso contrario es un golpeal vehículo, rayón de pintura o rotura de un vidrio.
Estos ciudadanos no actúan de forma individual, sino que pertenecen a una granmafia, eso explica el nivel de audacia, pues incluso entregan volantes en los que explican que el vigilante no gana sueldo, que no se responsabiliza si existe algún daño al vehículo y que el pago por el servicio de vigilancia al auto se debe realizar de forma anticipada.
Una sencilla forma de acabar con el dominio de estos grupos que operan al margen de la ley es mediante la implementación de parquímetros o zona azul permanente, de ese modo se cumplen varios objetivos, se generan fuentes de empleo, existe un control sobre el uso de espacio público y el conductor tiene la seguridad de que su dinero ingresa a las arcas municipales para de ese modo generar obras para la ciudadanía y no únicamente financiar una mafia.
Señor alcalde urge la inmediata intervención de la Epmmop y la Agencia Metropolitana de Control para recuperar el espacio público y devolver la tranquilidad a los conductores. Javier Lasso Flores