En las redes sociales, las mujeres son violentadas
Plan Internacional aplicó una encuesta en 31 países, entre ellos Ecuador. En septiembre se presentó la política pública para el uso seguro de Internet.
Niñas y adolescentes son víctimas de violencia e insultos, dice encuesta de Plan Internacional
Cuando por redes sociales le llegan mensajes de desconocidos, que buscan verla en persona, Ana (nombre protegido) siente miedo e inseguridad. “No sé qué me podría pasar”, asegura la adolescente, de 15.
Una vez un hombre que lucía uniforme militar en sus fotos le escribió. “Quería verme, me lo pedía insistentemente; lo bloqueé”, dice Ana, en el testimonio obtenido por Plan Internacional, que presentó el Reporte del estado mundial de las niñas 2020: ¿Libres para estar en línea?, el miércoles.
La ONG encuestó a 14 000 niñas y mujeres jóvenes en 31 países, 500 de ellas ecuatorianas. Y en la conclusión global se señala que el 60% afirmó haber vivido algún tipo de violencia en las redes sociales.
Los resultados de Ecuador muestran que las amenazas de violencia sexual en línea son lo más frecuente; el 86% de encuestadas las ha sufrido. Además, 54% fue tratada con lenguaje ofensivo e insultante y 44% ha vivido acoso sexual.
“Una de cada cuatro niñas violentadas en línea, según la encuesta, se siente en peligro físico como producto de estas experiencias y la problemática está silenciando sus voces”, señaló Rossana Viteri, directora de Plan Internacional Ecuador.
El acoso en línea, dijo, es mayor hacia niñas y mujeres afrodescendientes e indígenas, de minorías religiosas, con discapacidad, que se identifican como Lgbtiq+ o que expresan sus opiniones. “Es una continuación, un espacio distinto, de lo que niñas y mujeres jóvenes viven en muchos lugares”.
En las redes sociales hay publicaciones en donde Anahí (nombre protegido), de 18, quisiera compartir su comentario. Pero asegura que teme recibir críticas o acoso. “Esa también es una forma de atacarme”, le dijo a Plan Internacional.
La baja autoestima es el principal efecto del acoso, en un 23% de los casos, según la investigación. También causa estrés emocional y sensación de inseguridad física.
Internet ya es una herramienta indispensable para garantizar la educación, cree la ONG. Por eso Nataly, del movimiento Por ser niña, enfatiza en la importancia de aprender a protegerse ante riesgos.
En el proceso de enseñanza, los riesgos se dieron más que nada al inicio de la pandemia, por falta de conocimiento de los estudiantes y de sus familias, apunta el docente fiscal
Santiago Zambrano. Los chicos a veces compartían los links de acceso a clases e ingresaban personas extrañas.
“Insultaban a los estudiantes, los sacaban o silenciaban, incluso a maestros”. Actualmente, dice, hay más cuidados.
El miércoles, Bianca inició sus clases por Zoom a las 13:00 como todos los días. La primera hora pasó con normalidad, pero en la segunda, su grupo y el maestro de octavo de básica de un plantel fiscal de Quito se llevaron una sorpresa.
Un desconocido ingresó a la sesión, cuenta su madre, Verónica T. Tras recibir un llamado de atención del docente de matemáticas, el usuario reapareció con el nombre de ‘Bianca’. Y, por error, la alumna fue sacada de la reunión.
En otra clase, nuevamente ingresó el extraño, justo después de que la maestra se desconectara por un corte de luz.
“Le dije a mi hija que dejara la reunión. El desconocido les dijo a los chicos que es Tiktoker y que los sacaría en Youtube”.
El Ministerio de Educación ofrece recursos para prevenir actos de violencia. El sitio se denomina El mundo virtual de Eugenia y trae consejos para crear contraseñas seguras, uso de Whatsapp, etc.
La pandemia aceleró la digitalización, dice Francisco Cevallos, del Consejo para la Igualdad Intergeneracional (CNII). Por lo que adelantaron la emisión de política pública para uso seguro, sano y constructivo de Internet. Se la presentó en septiembre.
La política promueve la prevención y busca afinar protocolos de actuación, explicó Cevallos. “Algunos problemas rebasan fronteras nacionales y demandan acción regional. Existen redes de pedofilia y pornografía infantil”.