El Comercio (Ecuador)

Clarice lispector, una ‘amateur’ influyente

Este año se celebra el centenario del nacimiento de Clarice Lispector, una de las autoras más importante­s de las letras brasileñas del siglo XX

- Gabriel Flores. Redactor (O) gflores@elcomercio.com

Febrero de 1977. Clarice Lispector está sentada en el set de televisión del programa ‘Panorama’. Su cuerpo esbelto descansa sobre un sillón de color café colocado junto a una pequeña mesa, en la que reposa un cenicero. De su cuello cuelgan unos collares de perlas blancas y entre sus manos sostiene un paquete de cigarrillo­s, que consume de manera intensa.

Durante toda la entrevista, en la que se nota la tensión que hay entre ella y el entrevista­dor, habla lo estrictame­nte necesario. En unas ocasiones explica que no quiere o no puede responder y en otras simplement­e se queda en silencio por unos segundos. La única vez que alarga su respuesta es para aclarar que ella nunca asumió su carrera como escritora.

“Yo no soy una profesiona­l. Solamente escribo cuando quiero. Soy una escritora amateur y me preocupo por seguir siendo una amateur. Un escritor profesiona­l es el que tiene una obligación consigo mismo, con el otro, o en relación a otro. Yo me preocupo por no ser una profesiona­l, para mantener mi libertad”.

La libertad de la que habla Lispector (Chechelnik, 1920Río de Janeiro, 1977), es un rasgo que no solo marcó su existencia, sino también su escritura. Desde la publicació­n de su primer libro, ‘Cerca del corazón salvaje’ (1944), se distanció de la tradición literaria brasileña y latinoamer­icana, -marcada por el realismo social y los grandes relatos entorno a la identidad-.

El interés literario de esta autora se centró en narrar historias protagoniz­adas por mujeres y enmarcarla­s dentro de paisajes urbanos. Su literatura está poblada de viajes iniciales, en los que los episodios cotidianos sirven como detonantes para que sus personajes se enfrenten a un proceso de autodescub­rimiento, que no necesariam­ente termina en una transforma­ción. Esto es lo que sucede en novelas como ‘La pasión según G.H.’ (1969).

La trama de esta novela, una de las más populares entre las nuevas generacion­es de lectores, cuenta la historia de una mujer independie­nte, escultora amateur, sin hijos y bien relacionad­a en los círculos más influyente­s de Río de Janeiro y su encuentro, en el ático de su casa, con una cucaracha.

Las historias en las que la imposibili­dad de comprender a los otros, independie­ntemente de que ese otro sea un animal u otra persona, y la inocencia aplastada por la miseria, cualquiera sea su rostro, toman un fuerte protagonis­mo en libros como ‘Un aprendizaj­e o el libro de los placeres’, ‘La manzana en la oscuridad’, ‘Agua viva’ y ‘La ciudad sitiada’, y también en cuentos como ‘Feliz cumpleaños’, ‘El amor’ o ‘El huevo y la gallina’.

El escritor estadounid­ense Benjamin Moser, autor de ‘Por qué este mundo’ (2017), sostiene que los recursos narrativos que son recurrente­s en las historias de Lispector están más conectados a sus primeros años de vida, que a sus influencia­s literarias o musicales. La autora brasileña era amante de la música clásica, sobre todo de autores de renombre como Beethoven, Bach, Chopin, Strauss y Debussy.

Antes de llamarse Clarice, Lispector se llamó Chaya. Previo a su arribó a Brasil, su madre, Mania Krimgold, fue violada por un grupo de soldados durante los ataques dirigidos contra la población judía en Ucrania y contagiada de sífilis. Su padre, Pinkhas Lispector, un hombre con talento para la física y las matemática­s, tuvo que dedicarse a la vida de comerciant­e, para intentar mantener viva a su familia.

En una entrevista, concedida a la revista Gatopardo, Moser contó que Lispector tuvo un origen muy distinto a lo normal en Brasil. “Era bastante pobre, pero su pobreza no era la pobreza brasileña, de los campesinos o de las favelas. Era la pobreza del refugiado, del inmigrante. Entonces en su obra siempre nos encontramo­s con la mirada ajena, de la persona que parece encajar en la sociedad pero que se sabe ajena”.

A más de la pobreza, a la que hace referencia Moser, otro aspecto que parece haber marcado la literatura de Lispector es el hecho migratorio. La migración física, pero también los constantes desplazami­entos interiores que pueden trastocar la vida de una persona. Esta idea está presente en ‘La hora de la estrella’, una novela protagoniz­ada por tres personajes del nordeste de Brasil, que cruzan sus vidas en Río de Janeiro.

Los personajes que pueblan la literatura de esta autora, que se extiende a la crónica y a la literatura infantil, tienen una fuerte carga existencia­l. Siempre se están cuestionan­do sobre lo que es considerad­o normal y sobre el rol que les fue dado en la sociedad. En ‘La hora de la estrella’, por ejemplo, Rodrigo S.M. se cuestiona lo que realmente es ser escritor y rompe el molde al decir que él escribe con el cuerpo.

Una de las crónicas más recordadas es aquella en la que narra y reflexiona sobre el asesinato, en Río de Janeiro, de un delincuent­e apodado ‘Mineirinho’, una muerte que tuvo una amplia cobertura en los medios, porque convocó a decenas de personas de los barrios marginales al lugar donde fue encontrado el cadáver. En este texto, la autora se cuestiona sobre la naturaleza de la violencia y el manejo de la justicia, a propósito de la docena de tiros que recibió el hombre.

Lispector comenzó escribiend­o crónicas periodísti­cas en los años 40. En los 50, su amigo Rubem Braga, considerad­o por Clarice como el inventor de la crónica, le pidió que escribiera la columna ‘Entre mujeres’, que finalmente firmó con los seudónimos Ilka Soares y Helen Palmer. Varias de las crónicas de esos años se encuentran reunidas en el libro ‘Revelación de un mundo’.

Entre las novedades literarias, a propósito de la celebració­n del centenario de su nacimiento, está la publicació­n de ‘Todas las cartas’, un libro con 284 misivas enviadas por Lispector a familiares y amigos; y las nuevas traduccion­es de ‘Felicidad clandestin­a’, a cargo de Marcelo Cohen y la de ‘Cerca del Corazón Salvaje’, traducida por Florencia Garramuño.

En la entrevista de ‘Panorama’, que concedió unos meses antes de su muerte, Lispector también afirma que nunca escribió para ser reconocida, sino para sobrevivir a su existencia. Sin embargo, gracias a la potencia de su escritura, que también apuntaba hacia la inocencia y la marginalid­ad, hoy es considerad­a como una de las escritoras indispensa­bles de las letras mundiales.

Sus obras están siendo revaluadas por nuevas generacion­es de lectores, que han trasladado las reflexione­s de sus personajes a las redes sociales; sus cuentos han sido adaptados al teatro, y sus crónicas analizadas en simposios.

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Nació en chechelnik, ucrania, en 1920. a los pocos meses de su nacimiento su familia emigró a Brasil. Estudió en La Facultad Nacional de derecho de Río de Janeiro. a los 21 años publicó ‘cerca del corazón salvaje’, obra con la que ganó el premio Graça aranha. Murió en 1977, a los 56 años, a causa de cáncer de ovarios.
Clarice Lispector Nació en chechelnik, ucrania, en 1920. a los pocos meses de su nacimiento su familia emigró a Brasil. Estudió en La Facultad Nacional de derecho de Río de Janeiro. a los 21 años publicó ‘cerca del corazón salvaje’, obra con la que ganó el premio Graça aranha. Murió en 1977, a los 56 años, a causa de cáncer de ovarios.

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