Las Escalinatas y el Tiempo, obra que conecta con la gente
Las graderías del pasaje Pelileo, en Ambato, se readecuaron
Las Escalinatas y el Tiempo es un proyecto participativo que llevó dos años y medio y que ahora ya es una realidad en Ambato.
La propuesta fue implementar un sistema de gradas eléctricas en el pasaje Pelileo, entre la avenida Quis Quis y 13 de abril. La firma Rama Estudio fue la encargada del diseño del proyecto.
La condición geográfica del lugar permitió interconectar algunos barrios con el centro de la ciudad a través de las escaleras. El estudio reseña que esta condición esencial en épocas pasadas fue invadida por el uso de vehículos y la creación de nuevas vías para facilitar la circulación de automóviles cancelando, así, el espacio peatonal. Esta zona estaba abandonada y se convirtió en un foco de inseguridad afectando a los barrios cercanos.
Bajo ese panorama, el Municipio de Ambato buscó readecuar el sitio. Con la propuesta se buscó revalorizar el barrio de ladera, fomentar la movilidad peatonal alternativa, dinamizar la economía y rescatar la ladera verde haciéndola productiva y esto potenciar el turismo local.
El proyecto generará una circulación lineal que permite un período de tiempo más corto para movilizarse. Aquello, mediante el uso de escaleras eléctricas que ayudarán al peatón entre largos caminos.
Desde Rama Estudio indicaron que uno de los objetivos con Las Escalinatas y el Tiempo, es convertir la ladera en el nuevo pulmón verde de la ciudad. Esto con la implementación de un sistema de movilidad peatonal que reduzca el uso del vehículo en un 30%, minimice las emisiones de CO2 y evite la contaminación de la zona. En cuanto a las restauraciones, la idea apuntó a reutilizar los mismos pavimentos y usar materiales renovables de alto tráfico.
Parte importante del trabajo fue la participación de la comunidad. Se integró a los actores locales, incluyendo privados, municipales, comunitarios y académicos. Los habitantes también fueron parte del proceso de análisis, diagnóstico, detección de problemas y la solución.
De esta manera, la propuesta funciona como una nueva alternativa de transporte para la urbe lo que aumentará el número de usuarios de las escaleras. Además, la revitalización del lugar consistió en una reforestación del cerro con el fin de contentar y prevenir el desplazamiento de tierras.
Los espacios fueron pensados desde lo cotidiano, generando lugares donde se puede comer, conversar, trabajar, jugar y observar con la idea de lograr un gran hito urbano vivencial para la ciudad.
Hasta el momento, el proyecto ha ganado una medalla de oro en los YUANYE Award en China y está concursando en la Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito 2020.