Falleció Pablo Lozano Martín, torero, ganadero y empresario
El taurino toledano murió a los 88 años por coronavirus. Fue ganadero, apoderado de figuras y empresario de Quito
Pablo Lozano, matador de toros, empresario, apoderado y ganadero, murió a los 98 años como consecuencia del coronavirus. Un grande.
Pablo Lozano fue conocido como ‘la muleta de Castilla’ cuando el cronista K -Hito lo bautizó así en una crónica periodística que se volvió para el torero lema publicitario, tanto que al cabo del tiempo así se le recuerda y se le recordará para la historia.
Pablo Lozano nació en Alameda de la Sagra, Toledo el 29 de agosto de 1932. Tomó la alternativa en Barcelona, Plaza de primera categoría y de renombre, el 25 de septiembre de 1951. El padrino fue Luis Miguel Dominguín y los testigos Manolo González y José María Martorell.
Al año siguiente, 1952, confirmó la alternativa en Madrid el 18 de mayo, de manos de Antonio Bienvenida y Paco Muñoz, de testigo, ante toros de José Ignacio Vásquez.
Pablo Lozano tuvo tres espejos: el propio padrino de alternativa, Luis Miguel Dominguín; ‘Parrita’ y Domingo Ortega. Los dos castellanos eran cercanos amigos de familia.
Fuertes cornadas y una tifoidea le apartaron de los ruedos.
En el portal Aplausos apuntó sobre la tarde donde lo bautizaron: “De matador de toros también rescataría una faena de Madrid, con una de Escudero Calvo, la tarde en la que me bautizó K-hito, con lo de ‘la muleta de Castilla’. Otro día maté seis toros de Cobaleda y corté cuatro orejas. Me acuerdo de ese día con satisfacción”.
Como grupo de apoderados llevaron los hermanos Lozano los destinos de varios toreros, como el emblemático Palomo Linares, ídolo de Quito, pasando por Manzanares, ‘El Cordobés’, Curro Romero, Espartaco, César Rincón, Eugenio de Mora, Sebastián Castella y Manolo Caballero.
José Luis Cobo, matador de toros, ganadero y empresario ecuatoriano, dijo que se siente afectado con la muerte de Pablo Lozano. “Para mi fue una persona entrañable, mi primer contacto con Palomo Linares, mi gran profesor, prácticamente un padre por mucho tiempo. Fue un gran aliado y siempre estuvo pendiente de lo que sucedía en Latacunga y la Belmonte”. Cobo destacó la importancia de los hermanos Lozano en Quito. “Traían 10 o 12 corridas españolas pero ese momento en Quito fue la piedra angular, que creció dio afición y las figuras venían donde se formó el núcleo grande de la Feria de Quito”.
César Rincón dijo a Torerías que “Pablo Lozano ha sido un pilar importantísimo para todo el mundo del toreo, dejó huella imborrable por su afición, su constancia, un gran maestro de palabras lapidarias. Fue mi primer contacto en España, me acogieron en Alcurrucén, eso fue clave en mi carrera”.
Como grupo empresarial Los Lozano tuvieron una importancia capital en Colombia y Ecuador en plazas como Bogotá, Cartagena, Medellín.
Entre muchas plazas de toros en toda España, fueron empresarios por 15 años de la Plaza más importante del mundo: Las Ventas de Madrid.
Pablo era el entendido de la ganadería Los hermanos Lozano tres hierros: Alcurrucén, Lozano Hnos. y El Cortijillo.
Este personaje importante tiene tres hijos que son hoy apoderados, Fernando, matador de toros, y quien lleva los destinos de Álvaro Lorenzo; Pablo, que apodera desde este año a Paco Ureña; y Luis Manuel, apoderado de ‘El Juli’.
Pablo Lozano cortó la primera oreja en la Feria de Quito de 1962 con toros nacionales de La Candelaria y de Pastejé.