estancias que se adaptan para cumplir más de una función
Los separadores móviles y los muebles transformables logran que las habitaciones sean más versátiles
Generar sitios capaces de adaptarse según las necesidades no es nuevo, pero a raíz de la pandemia esta cualidad ha cobrado mucha más importancia para los usuarios. El diseño se enfoca en un concepto abierto y fluido, mientras que la separación formal de los espacios se hace menos frecuente.
Gabriela Jervis, arquitecta especialista en diseño interior y docente de la Universidad de Las Américas (UDLA), indica que la idea de espacios flexibles está presente desde hace décadas. Arquitectos como Le Corbusier y Mies Van der Rohe desarrollaron los primeros proyectos con ese concepto, como la Casa Dominó, en 1914.
En la actualidad, las nuevas formas de habitar y convivir han desplazado la idea de tener áreas cerradas, rígidas y específicas para una sola función. De esta manera, la sala de televisión se convierte en un estudio o área para el teletrabajo. Lo mismo sucede con el recibidor o con el baño social, que ahora son áreas destinadas a la desinfección y al almacenaje de implementos de bioseguridad.
Ideas como la incorporación de cortinas o paneles móviles en los espacios abiertos se han vuelto muy populares, como solución para esconder áreas específicas, de acuerdo con el uso que se le esté dando al espacio. Además, los muebles transformables y fácilmente portátiles son los nuevos favoritos.
Para la arquitecta Jervis, los nuevos proyectos ya están tomando en cuenta estas necesidades. No solo se demanda mobiliario para colocar y almacenar mascarillas, calzado o alcohol, sino que también deben ser hechos con materiales más resistentes y de fácil limpieza.
Los biombos y paneles, que ya existían, se renuevan con nuevos diseños, a medida y adaptables a cualquier estilo decorativo. Otro recurso son las puertas plegables, que resultan óptimas para bloquear la visibilidad de una zona sin necesidad de grandes modificaciones.
Están también las puertas corredizas, que permiten incorporar un ambiente a otro con solo deslizar. El vidrio es un material predilecto, por su resistencia y porque permite mantener una conexión visual entre los espacios.
El uso de celosías también se incrementa, con la idea de separar una estancia sin perder el ingreso de luz.
Otros elementos, como los libreros, ahora son recursos más versátiles que antes. Permiten organizar material de estudio o de trabajo y sirven como separadores de ambiente, por ejemplo en el dormitorio, para dividir el área de estudio y de descanso.
La arquitecta interior Carolina Zambrano añade que los espacios abiertos son más funcionales y permiten una optimización de recursos. A más de todas las estrategias señaladas, hay técnicas muy útiles que dividen o integran las estancias, como la combinación de materiales, la diferenciación de color en las paredes, el uso de la iluminación y la vegetación.