El ladrillo se introduce en el mobiliario
Este material tradicional es parte de equipamiento integrado en obras contemporáneas de locales, restaurantes y casas
Buena parte del tiempo la selección del mobiliario que complementará y permitirá el correcto funcionamiento de una obra suele quedar relegada a una etapa posconstructiva. Sin embargo, en la actualidad, algunos arquitectos consideran que estos equipamientos son, en esencia, una parte clave del proyecto.
Aprovechando la versatilidad y docilidad de ciertos materiales, los diseñan como si fuesen parte del espacio, logrando difuminar la línea entre la arquitectura y el mobiliario. En estos proyectos, los bancos, las estanterías y las mesadas se unifican al entorno, desplegándose de manera casi escultórica y continuando la superficie de los pisos, los muros y los tabiques.
De acuerdo con el portal Plataforma Arquitectura, el ladrillo tiene más de 11 000 años de historia y ha ido evolucionando en forma y tamaño con el pasar de los años. Los romanos fueron los primeros arquitectos en experimentar con nuevas formas constructivas, llegando a inventar el arco, hecho que revolucionó el diseño de la arquitectura y construcción.
Desde entonces, este pequeño módulo de arcilla ha sido parte de grandes obras de la arquitectura. La versatilidad que ha demostrado lo ha convertido en un recurso ideal para estructura, acabados, pisos y equipamiento integrado.
Viviendas, tiendas, oficinas y más aprovechan a este material para resolver el equipamiento de algunos de sus espacios interiores, fusionado el mobiliario con la arquitectura. Entre los proyectos está Hygge, en Brasil, de la firma Melina Romano Interiores. Los arquitectos buscaron que las mezclas entre colores, texturas y materialidades logren un punto exacto entre el calor y el frío, entre lo moderno y lo rústico. Utilizaron ladrillo en el baño para crear el lavabo y el mueble, el mismo que se fusiona con el piso del mismo color, para dar una continuidad visual.
En la obra Dois Trópicos Shop, también en Brasil, se empleó ladrillo como revestimiento de pisos, escaleras y parte del mobiliario. En esta tienda el mismo material también se proyectó en las paredes y techos con la idea de aportar textura, gradación tonal y detalle en cada espacio. Los mesones de exhibición se integran en los espacios luciendo el recurso en un tono ladrillo salmón y beige, logrando que tenga mucha más luz.
Otro ejemplo es el Café Parallel del estudio TEMP. Ubicado en China, se construyó en un área a punto de colapsar en un barrio antiguo de Beijing. Para el exterior se escogió ladrillos grises, los más utilizados en el vecindario.
Los asientos se integraron alrededor del salón principal a manera de escalones que están recubiertos por ladrillos rojos al igual que el piso. Los gabinetes, estantes y exhibidores de madera relucen en la pared de este recurso.
En otra ciudad del país asiático, en Nanjing, en cambio, el ladrillo negro y en su tonalidad tradicional destaca en el Taioursea Laomendong SPA Shop. Se escogieron ladrillos negros para el exterior, mientras que para el interior el tono rojizo anaranjado es parte de paredes, piso y mobiliario integrado para evocar un escenario cálido y de relax.