Una nueva red de energía eléctrica, en Rumiñahui Baja
70 técnicos cambiaron la red de 20 tramos de la avenida Del Maestro
Los problemas con la energía eléctrica eran frecuentes, a veces se iba el suministro y en otras ocasiones, explotaban los transformadores. “Así que no dejábamos en paz a la gente encargada de los arreglos”. Así lo explica Juana Pico, presidenta del barrio Rumiñahui Baja, en el norte de Quito.
Frente a esta situación, ayer varios equipos de la Empresa Eléctrica Quito (EEQ), trabajaron, entre las 09:30 y 15:30, con el apoyo de la comunidad. Unos 70 especialistas se repartieron para cambiar la red de 20 tramos de la avenida Del Maestro, entre la Real Audiencia y De La Prensa.
Durante el operativo, el personal técnico revisó las redes de distribución del llamado primario D, de la Subestación Cotocollao. También se cambiaron los elementos del sistema eléctrico en mal estado y se podaron ramas cercanas a la red para evitar posibles fallas del sistema.
Hace tres meses, estas fallas eran más frecuentes, apunta la dirigente barrial y agrega que “en estos momentos, donde la educación es virtual y los empleados están en teletrabajo, un corte de energía es crucial”. Por eso, cuando llegó todo el despliegue de recursos humanos y materiales (12 unidades entre canastas, grúas y camionetas), los vecinos y los comerciantes se emocionaron tanto y no importó que, al menos los predios ubicados entre el tramo intervenido, no tengan fluido eléctrico por seis horas.
“Todo sea por las mejoras a largo plazo”, acota Bernardo Pérez, comerciante de una lubricadora. Sostiene que, como supo con dos días de anticipación de esos cortes del fluido, coordinó con sus dos empleados para que solo hagan trabajos que no implique el uso de energía.
La tarea del personal de la EEQ fue ingente porque varios equipos se dedicaron a reubicar postes, cables y transformadores de la línea de transmisión del sector intervenido, acota Miguel Zea, director de Distribución Zona Norte. Yagrega que esta labor a lo largo de 1 200 metros fue por el crecimiento poblacional del punto y por el cambio de tecnología.
Cada modernización, en este caso que beneficiará a más de 25 000 clientes directos e indirectos, dura entre 15 y 20 años, apunta el funcionario. Y ese tiempo entusiasma a la comunidad.