los artistas venden sus canciones
Parece que comienzan a quedar atrás los tiempos en que los autores de música peleaban ferozmente por el control de sus canciones. Todavía se habla de la fenomenal batalla del estadounidense Prince contra el sello discográfico Warner por sus temas, al punto de que se escribió la palabra ‘esclavo’ en el rostro y actuó por un tiempo no por su nombre, sino bajo el amparo de un símbolo.
Los británicos George Michael y Paul Mccartney también debieron bregar judicialmente para ser considerados los dueños de sus canciones y así evitar que, por ejemplo, sus estribillos acaben en un comercial de productos que desagraden a los artistas, además del uso político que pueden darse a ciertas composiciones.
Eso está cambiando y la tendencias de ahora es vender, no solo una canción, sino gran parte del catálogo, o todo de una vez. El canadiense Neil Young, con 75 años y leyenda viva del rock folk, vendió la mitad de su repertorio a la empresa Hipgnosis Songs Fund, firma de inversión en propiedad intelectual de música que está comprando todo a su paso. Hipgnosis se hizo de la emblemática canción Heart of Gold, aunque prometió no utilizarla nunca para trivialidades como avisos de hamburguesas.
Hipgnosis también acaba de adquirir absolutamente toda la obra de la cantante colombiana Shakira, incluidos los temas Pies descalzos,hips Don’t Lie, Suerte, Dónde estás corazón y hasta Waka Waka, canción oficial del Mundial de Sudáfrica en el 2010. “Una vez que una canción sale al mundo, no me pertenece solo a mí, sino también a quienes la aprecian”, fue la justificación de Shakira.