Botellas plásticas son transformadas en gafas
Un emprendimiento convierte el reciclaje en hilo para la impresión 3D de objetos
Si bien se debe reducir la producción y el uso de plástico, el manejo del mismo tras ser desechado es importante. Una de las propuestas es transformar el plástico en materiales y productos nuevos, para alargar su tiempo de vida. La marca Tukuna trabaja con base en esto.
Tukuna, que quiere decir ‘volver’ en kichwa, fue creada por los ingenieros Mariuxy Jaramillo, Philip Wright y Adrián Buenaño, y salió al mercado a finales de 2020.
“La idea nació hace tres años cuando empezamos un proyecto para mejorar la situación de los recicladores en Quito”, cuenta Wright. El equipo notó que el pago que reciben los gestores ambientales es muy bajo. Además, muchos de los productos que recolectan no son reciclados finalmente.
Entonces, decidieron crear filamento para impresoras 3D a partir de botellas plásticas tipo Pet. Después, crearon productos que sean más comerciales, como macetas, juguetes y aretes. Finalmente, centraron su producción en las gafas, “un producto que nos gusta a todos”, de acuerdo con Jaramillo.
El proceso empezó con la fabricación de las máquinas para la producción. Lo hicieron con piezas que hallaron en los botadores de Quito.
El siguiente paso fue aliarse con Reciveci, una ‘app’ que ayuda a conectarse con gestores ambientales. Los recicladores clasifican las botellas por colores y también retiran la tapa, la etiqueta, el pico y la base de la botella, pues no sirven como materia prima.
Tukuna paga precios más altos por las botellas, en relación a los precios del mercado, con el fin de dignificar el trabajo de los recicladores. Con esta materia prima se crea un hilo que va en la impresora 3D y que replica el diseño creado en computadora.
Con una botella de unos 40 gramos de peso se obtiene un par de gafas. Unas 5000 botellas ya han sido recicladas por el emprendimiento.