Las ventas ambulantes proliferan en la capital
Los semáforos son los sitios preferidos
El comercio informal prolifera en distintos sectores de Quito. Los mismos vendedores ambulantes aseguran que cada día hay más competencia.
En las avs. Naciones Unidas y De los Shyris, Julia Rodríguez, de Maracaibo, vende caramelos. Ella se desplaza todos los días a este lugar desde el cuarto que arrienda en el sector de Guajaló, al sur.
Permanece en el sitio desde las 09:00 hasta las 17:30. Afirma que los fines de semana vende más que de lunes a viernes: unos USD 15.
El espacio de venta lo comparte con comerciantes de su país y ecuatorianos, y con limpiaparabrisas. Dice que en total son siete personas las que trabajan en ese semáforo.
Carmen Tituaña, en cambio, llega al sitio desde el norte; vive en La Pulida. Cuenta que arriba con sus dos hijas pequeñas muy temprano, porque no tiene dónde dejarlas. Expende mascarillas.
Dice que trabaja todos los días y que lo único que pide es que no llueva y que no lleguen los agentes de control, porque le toca dejar el sitio y aparecen otros vendedores cuando regresa. Advierte que cada vez hay más comerciantes.
En las avenidas 6 de diciembre, República y Diego de Almagro también se concentran vendedores de aguacates, limones y duraznos.
Cristina Herrera vende 25 limones grandes por USD 1. Dice que también sufren la inseguridad, y que ya dos veces les han asaltado en moto.
Otro de los sectores donde más se concentran las ventas informales es en El Guambra. Allí se reúnen expendedores de cargadores de celulares, cigarrillos, ropa, frutas y más.
Ellos saben que es prohibido hacerlo pero dicen que si no venden, no comen.
Según la Agencia Metropolitana de Control, en lo que va del año se han iniciado 106 actos de procesos sancionatorios por esa falta.