PROGRESISMO A LA INVERSA
Apropósito de una propuesta másperdida que un copo de nieve en pleno verano, que planteaba la extracción del oro en los celulares, llamándola Minería Inversa, y, mirando las realidades de algunos países hermanos que sus gobiernos ostentan, con un orgullo de nada, una “ideología” que llaman, pomposamente, el Socialismo del Siglo XXI, me permito hacer un sencillo análisis.
Se llama progreso a la condición según la cual las personas mejoran su condición humana. Se entiende como mejorar la condición humana, el gozar de bienestar, el tener y ejercer las libertades que los límites sociales concedan. Progresar es disponer de alimentación, salud y poder hacer uso de sus pensamientos e iniciativas libremente. Por lo general, el progreso de los individuos se refleja en el progreso de la sociedad.
Cuando hay progreso individual, la alimentación no escasea, la salud está disponible, y la libertad de expresión reina. Es hacia allá hacia donde debemos orientar nuestro futuro.
Sin embargo, algunas agrupaciones políticas que se han adueñado del membrete del progreso, llamándose a sí mismas como “progresistas”, en sus actos de gobierno han demostrado lo totalmente opuesto: no hay respeto a la iniciativa individual, hay, bajo el pretexto de igualdad y de “bloqueos”, hambre generalizada, escasez de productos y racionamientos inhumanos. Hay en esas sociedades, autoproclamadas comoprogresistas por sus gobiernos, un férreo control a la libertad de expresión, reprimiendo a quienes se expresen en desacuerdo, con prisión, y en unos casos hasta con ataques personales y muerte.
El totalitarismo no es progreso, ni tampoco el progreso se impone por decreto, el progreso empieza en cada individuo y se palpa en el diario vivir. Cuando el progreso se lo encasilla en ideologías y dogmatismos, fracasa rotundamente, provoca el éxodo de
los ciudadanos, imparte miseria y escasez.
Concluyo asimilando la malhadada expresión de “minería inversa”, con una expresión queyavivenmuchoshermanos, la del progresismo a la inversa. Vienen del mismo dogmatismo, limitado en sus alcances.
Ing. José M. Jalil Haas