‘Bam-bam’ es la alegría de Independiente
El esmeraldeño Anthony Landázuri aporta actitud y seguridad en la defensa
Coordinador(d)
Una sensación de alegría y alivio recorrió los cuerpos de los futbolistas y del personal técnico de Independiente. Pese al intenso frío quiteño, los integrados del equipo de Sangolquí se quedaron en la cancha del estadio Atahualpa, en la gélida noche del pasado viernes, para celebrar su primera victoria de la campaña.
Todos se abrazaban y se felicitaban entre sí por haber derrotado al Mushuc Runa por 2-0. Uno de los más felices era el defensa Anthony Landázuri. Pese a haber sido sustituido en el inicio del segundo tiempo, él estaba feliz por la victoria. En la concentración de Independiente lo más común es que se muestre contento y optimista.
En la intimidad del elenco de Sangolquí nadie le llama por su nombre. Desde las divisiones juveniles, Landázuri es ‘Bam-bam’, un apodo que recuerda a Iván Hurtado, célebre defensa esmeraldeño de la Selección ecuatoriana.
Landázuri antes se desempeñaba como defensa central (ahora juega como lateral derecho). Tenía cierta soltura, capacidad y desenfado para salir jugando desde el fondo, tal como lo hacía el ‘Bam-bam’ original y por ello quedó el apodo.
Pero Landázuri quiere su
el defensa esmeraldeño, durante un entrenamiento de los ‘rayados’ en el complejo de Chillo-jijón.
Anthony Landázuri nació en Esmeraldas, el 19 de abril de 1997. Tiene 23 años.
Se inició en Norteamérica y en el 2011 pasó a las divisiones formativas de Independiente del Valle. propia historia tanto en Independiente como en la Selección, a la que ya fue llamado hace dos semanas por el director técnico Gustavo Alfaro, para formar parte de los microciclos de trabajo.
En abril, el futbolista cumplirá 24 años. Está en Independiente desde el 2011. Llegó procedente del Norteamérica, un equipo guayaquileño que durante mucho tiempo sirvió de cantera para la detección de talento nuevo por el país.
Uno de los mayores recuerdos de Landázuri durante su etapa de juvenil fue la obtención del título de la copa Santiago de futebol en Brasil, con la Sub 18, hace cinco años.
El torneo amistoso juvenil es dominado por los cuadros locales. Solo Nacional de Uruguay e Independiente del Valle han podido ganarlo. ‘BamBam’, que en ese tiempo usaba el cabello largo y ensortijado que le caía por la frente, llegó a Ecuador y le entregó la copa a Michel Deller, presidente vitalicio de la institución radicada en Sangolquí.
Esa no fue su única copa internacional. En el 2019, junto con sus compañeros, se proclamó campeón de la Copa Sudamericana, en el inolvidable equipo dirigido por el español Miguel Ramírez. Landázuri terminó jugando como el lateral derecho titular ante la lesión de Ángelo Preciado.
Durante todo el camino hacia el título, Landázuri era uno de los encargados de la música en el camerino del equipo y uno de los primeros en prenderse a los bailes en las celebraciones, en las semifinales ante Corinthians y luego de la final única ante Colón en el estadio Nueva Olla de Asunción.
La salida de Preciado al fútbol belga lo convirtió en dueño absoluto del puesto de lateral derecho. Además, por su experiencia y años en la institución, el técnico Renato Paiva lo ha considerado como uno de los capitanes del equipo, por detrás de Cristian Pellerano y Richard Schunke.
‘Bam-bam’ apunta a la consolidación y a buscar una oportunidad en el extranjero, como varios de los compañeros con los que creció y que ahora militan fuera, como Preciado, Alan Franco, Jhegson Méndez. Para ello, la Copa Libertadores es una gran vitrina. El martes, Independiente visitará a Unión Española. El alegre Landázuri quiere lucirse.