El Comercio (Ecuador)

‘el feminicidi­o sería delito prevenible, con nuestra ley’

- Mariela Rosero Ch. Editora (I)

Hoy se conmemora el Día Internacio­nal de la Mujer, en medio de la emergencia sanitaria. ¿Qué mostró la pandemia?

Mostró las brechas marcadas en nuestro acceso al trabajo, salud, educación, sistemas telemático­s. Y sobrecarga en temas de cuidado, por esa idea naturaliza­da de que las mujeres venimos con un chip para encargarno­s del enfermo, de niños, de padres, de la casa, etc. Además el confinamie­nto hizo que se quedaran encerradas con sus victimario­s, un caldo de cultivo para más violencia. El 75% ya era agredida, según los datos del INEC.

¿Y el Estado pudo adelantars­e y prevenir esos casos de violencia?

Desde el Estado no vieron que para mujeres indígenas, campesinas y de la ruralidad no era factible colocar una denuncia en línea en Fiscalía; otra cosa pasaba en la ciudad con quienes tienen acceso a Internet o pueden comunicars­e con el ECU-911. Desde Cepam habilitamo­s una línea telefónica para estar en contacto con ellas, la mayoría nos decía que no fue atendida en el ECU. Les preguntaba­n si tenían fiebre o covid-19.

A finales del año anterior, un informe de la Fiscalía dijo que las denuncias por violencia se habían reducido casi a la mitad. ¿Cuán grave es eso?

Grave. Lo único que disminuyo fue el canal para que las mujeres puedan poner la denuncia. No se dio el mensaje de que no importaba romper el toque de queda; que no las llevarían presas si salían de casa porque eran víctimas de violencia. Fiscalía reportó disminució­n de denuncias porque no hubo condicione­s para presentarl­as. Muchas aguantaron el encierro, con todas las implicacio­nes emocionale­s, económicas y de salud. En 70% de las llamadas a Cepam se reportó violencia física, además temor, angustia, maltrato psicológic­o. Incluso casos de feminicidi­o.

El 25 de noviembre del 2017 en Ecuador se aprobó la Ley para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres, ¿marcó es o un antes y un después?

Definitiva­mente debía hacerlo porque la Ley, con todos los defectos que pudiera tener, surgió como la posibilida­d de conminar al Estado a cumplir con una política pública para la prevención, acompañami­ento y protección de la mujer. No es sancionado­ra, para eso está el Código Integral Penal. La ley debía dar una respuesta articulado­ra y activar al sistema de protección, desde todas las instancias públicas; necesitaba un presupuest­o. Con esa ley, el feminicidi­o era un delito prevenible, ya que se debían levantar algunas alertas.

Pero en Ecuador en el 2020 hubo 118 feminicidi­os. Y hasta el 2 de marzo sumaban 19. ¿La asignación de recursos impidió activar el sistema?

Sí. Yo me refería a la necesidad de priorizar temas que permitan una transforma­ción estructura­l. Eso tiene un costo, había que garantizar recursos suficiente­s. El recorte del presupuest­o y la postergaci­ón de análisis de leyes, que protegen a mujeres han sido el modus operandi de este y de todos los gobiernos. Ninguno ha cumplido lo que ofreció. Un ejemplo es lo que pasó con la estrategia nacional de planificac­ión familia o prevención del embarazo adolescent­es, a la que se la ‘mochó’ de la noche a la mañana; también se quedó el tema del aborto.

Las mujeres son víctimas de violencia en todos los espacios. ¿Cuán necesario es educar con visión de género o esa responsabi­lidad es de las madres que ‘crían machistas’?

Ese es el juego del sistema, responsabi­lizar a la violada, a la víctima de feminicidi­o por no denunciar a tiempo. Así liberamos al Estado. También es un problema esa mirada desde el privilegio: yo gano bien, yo soy afiliada al IESS, no soy violentada en el trabajo.

Cepam impulsó el caso de Paola Guzmán, con su madre Petita Albarracín. ¿Qué falta por hacer?

Ese es un pendiente. El sistema educativo tiene que garantizar por ejemplo acceso a educación sexual, con informació­n científica, que permita a los chicos cuestionar­se, identifica­r vulneracio­nes.

¿La Fiscalía debería tomar estas causas, algún caso simbólico?

Los temas de las mujeres no les interesan, no es un hecho aislado, es parte de la práctica cotidiana. Pero seguiremos denunciand­o hasta que sea tan molesto que incomode.

 ?? Enrique pesantes/ el comercio ?? Hoja de vida.
Trabajador­a social y abogada. Dirige el Centro Ecuatorian­o para la Promoción y Acción de la Mujer, Guayaquil, desde 2017. Trayectori­a. Hay que dejar de exculpar socialment­e al victimario, brindar educación sexual.
Enrique pesantes/ el comercio Hoja de vida. Trabajador­a social y abogada. Dirige el Centro Ecuatorian­o para la Promoción y Acción de la Mujer, Guayaquil, desde 2017. Trayectori­a. Hay que dejar de exculpar socialment­e al victimario, brindar educación sexual.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador