El apagón de las redes sociales
La suspensión del servicio de las cuatro plataformas más usadas en el mundo, durante varias horas, dejó millonarias pérdidas. La protección de datos es importante ante estos imprevistos.
Cuatro de las redes sociales y de mensajería más usadas del mundo: Facebook, Whatsapp, Messenger e Instagram, todas ellas pertenecientes a la misma empresa, que dirige Mark Zuckerberg, sufrieron un corte prolongado durante horas, el lunes, lo que ha causado millonarias pérdidas.
Las afectaciones no solo se sienten en los balances de la multinacional; la suspensión del servicio afectó a millones de usuarios que no solo comparten historias sino que utilizan las redes como herramienta de trabajo, principalmente microempresarios y emprendedores.
Las pérdidas que habría ocasionado este apagón bordearían los USD 165 millones por hora, en el mundo.
Especialistas creen que los ciudadanos piensan que estos ‘gigantes informáticos’ están a salvo de este tipo de incidencias y cada vez depositan más datos o información, sin detenerse a leer y a pensar que las condiciones de uso ya establecen que el servicio puede ser interrumpido.
En muchos casos se trata de servicios gratuitos que estas empresas ofrecen a los usuarios, y no hay forma de reclamar ningún perjuicio, ya que las propias compañías alertan a la hora de dar de alta a los usuarios.
Pero no solo se trata de la afectación que produce una suspensión del servicio. En Estados Unidos, tras la comparecencia de una exempleada de Facebook se han prendido las alarmas sobre el manejo de la información en esta plataforma, en donde también se cuestiona el manejo ético de los negocios de la firma.
Las investigaciones que allí se han emprendido determinarán si efectivamente se han cometido errores que atenten contra los usuarios.
De vuelta a la suspensión de los servicios de las redes sociales que soportó el mundo el pasado lunes, quedan algunas lecciones para los usuarios. Entre ellas, evitar la concentración de información relevante y útil en una sola base de datos; y tener en cuenta otras modalidades de comunicación.
Si bien el mundo está plenamente interconectado, lo importante es tener a buen recaudo la información y proteger la privacidad en las redes.