HACEN LAS TAREAS DE SUS COMPAÑEROS
LABOR. ESTUDIANTES DE COLEGIO Y UNIVERSIDAD SE DEDICAN A REALIZAR LOS DEBERES DE CONOCIDOS Y DESCONOCIDOS, PARA GENERAR INGRESOS.
Cada día, Erika López se dedica a hacer tareas. No de ella, sino de sus compañeros de clases, para ganar algo de dinero.
Comentó que debido a la modalidad de clases virtuales de este año, muchos alumnos no entienden las explicaciones de sus docentes, que en ocasiones lo que hacen es simplemente enviar mensajes de Whatsapp con las tareas.
Agregó que eso ha generado que decenas de estudiantes, que sí logran entender, ahora ayuden a sus compañeros en las tareas, pero con un cobro que va desde 2 hasta 10 dólares, dependiendo de la complejidad del tema, indicó.
Mencionó que algunos docentes no permiten este servicio y sancionan cuando se enteran de que otros les están haciendo los deberes, aunque afirmó que esta ayuda es necesaria.
Margarita S. también encontró en la confusión de los estudiantes un nicho de negocios; sin embargo, dijo que ella apunta a los universitarios, pues tienen más tareas y también más recursos para pagar por los deberes. Dijo que alumnos de facultades como Ingeniería Civil cancelan 10 dólares por un deber o un aporte. La ayuda en exámenes cuesta 15 dólares.
Señaló que los que más piden son los de Matemáticas y de Física, pero también atiende a estudiantes de otras carreras, incluso de otras universidades. Así, cada semana logra unos 150 dólares que le sirven para complementar el ingreso económico en su hogar. “Con esto pude comprar mis cosas, ropa, cosméticos”, destacó.
EMPRESA. El bachiller Santiago Páez llevó esta actividad a otro nivel y con amigos crearon la empresa Homework Express (tareas express), la cual promocionan en las redes sociales. Allí tienen un listado de los deberes que realizan y sus costos. Así, por ejemplo, un
ensayo cuesta 1,50 dólares, las diapositivas para exposiciones $ 2, investigaciones $ 2,50 y las infografías 3 dólares. También dan servicios a los universitarios con planos en autocad, a 7,50 dólares.
Páez mencionó que la idea es ayudar a los colegiales, por eso sus costos son económicos. El trato incluye una explicación sobre el tema que permita nivelar conocimientos, pues también notó que hay una carencia en las enseñanzas. Explicó que una vez entregado el deber, el cliente tiene una hora para pedir alguna variante o corrección, y reveló que debido a su fama ya reciben pedidos de muchos colegios y universidades, incluso de otras provincias.
María Santana, madre de familia, dijo que muchos alumnos deben recurrir a estas ayudas, debido a que en ocasiones hay docentes que se conforman con enviar las tareas por medio de mensaje de texto y luego no explican. Acotó que tal vez si hicieran conexiones vía Zoom o de otro sistema les ayudaría a una mejor comprensión. “Este año los profesores se la han pasado quejando que no les pagan y que están agotados. Las consecuencias de este mal año educativo se verán a futuro”, mencionó.