UN PERRO QUE FUE ABANDONADO AYUDA A PERSONAS QUE SUFREN DE DEMENCIA
Hace cuatro años, Scooter era un cachorro al que habían abandonado en las calles de Portugal. Así terminó en un santuario de rescate en Setubal, donde Kristie Coy-martin, una mujer de 46 años, decidió adoptarlo. Kristie, que es sargento detective de la policía, había escuchado hablar de los perros de terapia e inmediatamente supo que Scooter sería perfecto para ese trabajo, así que comenzó a formarlo. En cuestión de meses, Scooter se convirtió en perro de terapia y trabaja visitando hogares de atención primaria para ayudar a personas con demencia, acudiendo a hospitales y otros sitios. Scooter tiene un sexto sentido con las personas. Se acurruca en quienes están de mal humor y juega con los más receptivos.