“PULGUEROS” SOBREVIVEN A PUNTA DE PROMOCIONES
NEGOCIOS. LOCALES BAJARON LOS PRECIOS.
Vender piezas a un dólar es el camino que llevó otra vez clientes a los bazares de ropa de medio uso o “pulgueros”.
Estos negocios estuvieron entre los más afectados durante las medidas de restricción debido a la pandemia del coronavirus, y recién en julio lograron permiso para reactivarse. Sin embargo, según cuenta Elizabeth Chancay, del almacén Lici Kar, aunque ellos abrieron, los clientes no llegaban debido al riesgo de contagio o por la crisis económica.
Además, dijo, enfrentan otro problema, por ahora no están autorizadas las importaciones de ropa desde Estados Unidos, que es el principal proveedor de las prendas de medio uso que venden a precios populares.
Explicó que, afortunadamente, estos negocios siempre compran en grandes cantidades, sobre todo en febrero y marzo tienen un buen abastecimiento, que es el que les sirve ahora para atender al público.
Mencionó que para hacer atractivo el negocio han bajado los precios a cantidades que nunca se imaginaron. Así, vestidos de fiesta o cóctel que costaban 20 dólares, ahora los dan en $8, los ternos de hombres pasaron de $25 a $15 y las camisetas de $5 bajaron a 2 dólares, aunque indicó, ahora por la compra de tres dejan cada una en un dólar.
Aseguró que esa estrategia ha dado resultados y los clientes volvieron, gracias también a que notan que toman medidas de bioseguridad para evitar el contagio de coronavirus.
CLIENTES. Explicó que esos ingresos son muy bajos, pero por lo menos sirven para mantener al personal (en su caso dos) que trabaja en este negocio. Mirian Quiroz, dueña del local “Mirian”, dijo que los clientes de a poco están retornando a los almacenes, gracias a los “días negros” o precios de remate que dan ahora. Reconoció que aspiran a que la situación vuelva a la normalidad y recuperarse del difícil momento que pasan ahora. Aseveró que, en unos casos, las ventas solo son para pagar el alquiler del local y deudas contraídas desde antes de la pandemia. La mayoría de locales había hecho grandes adquisiciones por la temporada de playa, mencionaron.
María de los Ángeles Mendoza, compradora, dijo que encontró en estos locales una manera de ahorrar en ropa, en medio de la crisis económica y también una distracción. Acotó que salir de casa le ayuda a bajar las tensiones que causa la pandemia.
LOCALES
DE ROPA USADA ESTÁN OTRA VEZ ACTIVOS EN LA CIUDAD. ANTES DE LA PANDEMIA HABÍA UNOS 50.
ES LA MEJOR OPORTUNIDAD PARA QUE LAS PERSONAS CONSIGAN ROPA DE MARCA O DE GALA QUE SON CARAS”.